Veamos hoy otra pregunta frecuente:
¡Vaya! !Tienes una empresa y una hija! ¿cómo te las apañas?
Como todo emprendedor que se precie, yo siempre respondo: pues muy bien. Y sonrío. Claro que sí. Por ejemplo: este fin de semana he estado en Barcelona viendo a unos amigos y a un cliente. Todo ha ido muy bien: los amigos muy bien, la reunión muy bien. A la vuelta pensaba en los proyectos que tenemos para esta semana y la reunión de hoy con el contable, hacía networking en el avión. Sólo otras personas con hijos y empresas pueden comprender hasta qué punto tu mente ebulle constantemente con datos, plazos y tareas pendientes. Hasta qué punto todo puede estar simultáneamente mal y bien. La explicación corta es muy bien. Hasta que de repente alguien comenta:
—Qué bien lo de Bardem.
—¿Bardem?
—Claro mujer, por el Oscar.
—¿Los Oscar han sido ya?
Y ése, precisamente, es el momento en el que todo se te cae encima. A saber: que tú, que [antes] tenías una quiniela personalizada anual con tu pareja, que [antes] habías visto todas las películas, que [antes] aunque no quedabas con nadie a ver la ceremonia y pasar la noche en blanco (que es ya otro nivel de frikismo), que tú, que más que cinéfila, eres cinéfaga, traductora audiovisual y crítica muy amateur (para qué ser crítico en un planeta en el que ya vive Malabesta), que a ti ¡a ti! se te ha pasado la noche de los Oscar, tal cual, sin pena ni gloria.
Bueno, con pena.
Que este año no es que te hayas dejado los documentales y las que estaban sin estrenar en España. Que sólo has tenido fuerzas para ver una. Y que fue el Ultimátum de Bourne.
(OFF: suspira)
Al menos la vi en el cine, y pude escuchar su oscarizado sonido con dignidad. ¿Veis? Todo va muy bien.
A veces, una dedicatoria se te va de las manos. Humor absurdo para el amor de mi vida.
(An English version of this post) En el curso nos han recomendado El emprendedor visionario, de Marc Allen. Excepto por el último capítulo (que trata un tema totalmente distinto, la utopía personal del autor), me ha ayudado bastante, sobre todo a ver cómo quiero que sea mi modelo de negocio. Lo que más me ha
Mientras tenga una conexión con la libertad, no pertenezco del todo a la prisión. Porque parte de mí vive allí, y sólo una parte de mí sigue encarcelada aquí. (Igor Sutyagin en el vídeo Las palabras cambian vidas, que podéis ver un poco más abajo) Como dije a principio de noviembre, me he kicked myself
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