¿Para qué sirve tener una sociedad? Para que los fuertes protejan a los débiles. Para que los que sí pueden ayuden a los que aún no pueden o ya no pueden.
¿Qué es lo que más me indigna del Gobierno de España hoy?
Que le da la vuelta. Se comporta como una gran mafia que abusa de los débiles (los niños, los enfermos, los estudiantes, los mayores) para apoyar a los poderosos (los bancos, las grandes fortunas, el equipo de fútbol).
Yátova, Valencia, este julio (foto: AFP)
Que se hace la foto con la victoria y se esconde de la desgracia.
Se echaron atrás, lo que no cambia el síntoma. ¿A cuántos vasos de agua equivale el rescate bancario?
Uno es tan bueno como lo es con el más débil, con el que no puede devolver el favor. Lo que me tiene harta de esta gente es que el lema de la casa parece haber cambiado de plus ultra (más allá) a ser al débil, ni agua.
Yo apoyo este manifiesto. Esencialmente, que te corten el acceso a internet, sin mediación de un juez ni nada, es inadmisible. Imaginaos que te cortaran la luz porque tocas canciones con copyright. Es de locos. — Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio
Yo nací en un país del Tercer Mundo, en mitad de una revolución. En mi cartilla de vacunación se lee los niños sanos son el futuro de la revolución. Tenían mucha razón (entonces). Ahora quizá deba empezar la revolución en España, porque han dado un fuerte golpe al futuro del país: a la salud.
Al hilo de la campaña DerechoaCurar.org de Médicos del Mundo, hoy sale una entrevista a mi hermana Esperanza Martínez en la contraportada de Diario Médico que le ha hecho (muy bien, por cierto) Nuria Monsó (@nuriaMT),
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