Me refiero, principalmente, a dos cosas: una, montar una red cuando todo se pone en tu contra (finalmente, como siempre, Linux era la solución) y acabarme Las Benévolas, el premio Goncourt 2006 (ISBN: 9788489662520, aunque yo me he leído la edición del Círculo). Normalmente, si sigues voluntariamente haciendo algo que no es fácil, no es placentero y sobre todo, no es muy muy rápido, es por algo. En este caso, porque realmente me interesaba poder compartir operativamente archivos y datos de aplicaciones de gestión, y porque quería saber más historia, y cómo un chaval, aparentemente como cualquier otro, acaba en las bajezas/altas esferas de las SS en durante la caída del Reich.
Estoy contenta de haber acabado ambas cosas. No ha sido fácil, no exactamente placentero y sobre todo, en absoluto rápido. El otro día en un momento aleatorio leí en un blog de una periodista de belleza la felicidad que sentía al acabar un tarro de crema. Para ella significaba que había encontrado algo útil, algo que funcionaba y merecía la pena seguir usando, llevarlo hasta el final. Salvando las distancias, comprendo la sensación de felicidad al conseguir, por fin, acabar algo, y no sólo empezarlo. Y que cuando por fin está terminado, sirve.
He aprendido muchas cosas de redes y de historia estas últimas semanas. El horror no tiene límites: la necedad y la maldad, tampoco; no hay que dar órdenes sin dar medios; un ordenador sólo puede tener una puerta de enlace; y, al final, hazlo con Linux.
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Añade el fotógrafo ocioso:
—Cuánta felicidad proporciona el señor Linux, parece un amante…
—Añadiré que es poco celoso, y no me quiere cobrar.
—No se puede pedir más… Bueno , que no tenga virus, y que no te deje tirado.
—Pues eso me lo da mi amante Linux.
Mientras, sigo a la fuerza con Windows XP, que es lo que me obliga mi entorno a tener (pero del que también me costaría mucho cambiar). Ah, cuando por fin tengamos libertad. Será largo y doloroso, pero aprenderemos mucho.
Poco a poco puedo ir publicando las fotos del viaje a Silicon Valley con los Yuzz: las estoy poniendo en este enlace de aquí. ¿Qué es Silicon Valley? Es un área de 60km2, del tamaño del Campo de Cartagena, probablemente, en la que se invierte cada año una cantidad de dinero equivalente a todas las
Os voy a contar una cosa que espero os escandalice: las deudas de las entidades públicas no son tan malas como dicen los periódicos. Son mucho peores, porque han decidido… dejar de contabilizar las facturas. Es la ley del cajón.
Ayer hizo un día auténticamente espectacular: soleado, limpio… Una de las mejores cosas que puedes hacer en Murcia es aprovechar los domingos de invierno, que a menudo son así. Un poco de sol, una brisa fría, el cielo despejado y terriblemente azul conforme avanza el día. Con suerte puedes ir de manga corta, sin ella,
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