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  • Beauty, la belleza golfa de Tim Minchin

    Beauty, la belleza golfa de Tim Minchin

    Lo que me gusta de esta canción es que parece estar protestando, pero está sucumbiendo él mismo mientras canta. Se queja, pero ha caído. Ha hecho una canción bonita, de las que te deja llorando cuando encienden la luz. Nos ha robado. Él es la golfa. Y nosotros. Y nos la hemos tragado toda.

    Tengo casi terminado un artículo para Una docena de.com sobre canciones de Tim Minchin. Pero voy a poner las de reírse, y esta se ha quedado fuera. Como la traducción de la letra llevaba años rondándome la cabeza, la he acabado escribiendo, a ver si me deja vivir.

    * Se admiten mejoras y comentarios. Porfa.

    Quitaron la versión buena de Tim Minchin y encontré esta otra:

    Pero curiosamente, es más parecido a lo que hace sentir Tim Minchin en la versión de Pamela White:

    La belleza es una golfa
    baila con cualquier capullo.
    Al elegir acompañante no exige mucho.
    Yo podría tenerla si quisiera
    pero me repele su promiscuidad.La belleza no me llama.

    Porque la belleza es una golfa,
    un polvo fácil para artistas vagos.

    No me engañarán sus vulgares encantos,
    es el truco más fácil del libro
    la música es el gusano
    y la belleza es el anzuelo.
    Y estoy convencido
    de que os la tragarías entera
    pero no he venido a saciar almas, porque

    La belleza es una sirena,
    intentando apartarme de mi misión.
    No me tentará su canto seductor.
    Por principios, me niego
    a participar en sus abusos.

    No es mi trabajo
    tirarme al arroyo
    y compartir teta con vosotros,
    mamones borrachos de belleza.

    Habéis pagado para ver sátira y furia
    juro que no dejaré que la belleza pise este escenario.

    Porque la belleza es una golfa,
    es una vedette manipuladora
    con afán de protagonismo.

    Jugará con tu
    corazón desprevenido
    y te dejará
    cubierto de lágrimas
    cuando enciendan las luces
    mirarás alrededor
    y se habrá ido
    y a pesar de tu tamaño
    no tendrás ni idea
    de cómo mientras tú te enamorabas
    ella te robaba.

    Porque la belleza es una golfa,
    se acuesta con cualquier artista de tres al cuarto
    y con todos esos
    otros
    cabrones con suerte
    parece
    irse con tanta facilidad
    pero
    se viene [ resulta ]
    tan fuerte [ tan difícil ]
    conmigo. [ para mí. ]

    Beauty is a harlot
    She will dance with any bastard
    She’s undiscerning in her choice of partner
    I could have her of course, if I wished
    But I object to her promiscuousness.

    Beauty just doesn’t suit me.

    For beauty is a harlot
    An easy lay for lazy artists.

    I won’t be fooled by her vulgar charm,
    It is the easiest trick in the book.
    Music’s the worm
    and beauty’s the hook.
    And I’m sure you would swallow her whole,
    But I’m not here to satisfy souls, for

    Beauty is a siren
    Trying to draw me from my chosen mission
    I won’t be tempted by her seductive singing
    On principle I refuse,
    to be party to her abuse.

    It is not my job
    to squat in the gutter
    Sharing the teat with you
    beauty drunk suckers.

    You paid to see satire and rage
    I swear I won’t let beauty set foot on this stage.

    For beauty is a harlot
    A spotlight-hugging
    superficial starlet.
    She will toy with your

    defenceless heart

    and leave you
    Tear streaked
    when the lights come on
    You look around
    to find her gone
    And despite your size,
    you’ve not a clue
    That as you fell for her,
    she stole from you.

    For beauty is harlot
    She will lay with any two bit artist
    And for all those
    other
    lucky bastards
    She seems to
    come so easily
    But
    she comes
    so hard
    to me.

     

    Actualizado con el enlace correcto a este artículo.

  • No sabían ná los griegos

    No sabían ná los griegos

    Ὑγιαίνειν μὲν ἄριστον ἀνδρὶ ϑνατῷ, Δεύτερον δὲ φυὰν καλὸν γενέσϑαι, Τὸ τρίτον δὲ πλουτεῖν ἀδόλως, Καὶ τὸ τέταρτον ἡβᾷν μετὰ τῶν φίλων. Para los mortales lo primero es estar sano, Lo segundo convertirse en alguien bello, Lo tercero ser un rico honesto, Y lo cuarto la juventud con los amigos.

    Me dice mi padre:

    —Bego, porfa… ¿me ayudas a traducir una canción de borrachos en griego antiguo?

    Ese es mi padre. Me temo que su opinión sobre mí caería en picado si yo no tuviera 3G en la playa.

    Dios mío, lo tengo olvidadísimo. El griego antiguo, no a mi padre.

    Ὑγιαίνειν μὲν ἄριστον ἀνδρὶ ϑνατῷ,
    Δεύτερον δὲ φυὰν καλὸν γενέσϑαι,
    Τὸ τρίτον δὲ πλουτεῖν ἀδόλως,
    Καὶ τὸ τέταρτον ἡβᾷν μετὰ τῶν φίλων.
    Anónimo, a veces atribuido a Simónides de Ceos (556-468 AC), Antología palatina/griega; Hermann Beckby (ed.): Anthologia Graeca (Sammlung Tusculum). 2. Aufl. Heimeran Verlag, München 1965 ff. (Athenaeum XV, p. 694)

    Aquí va mi versión con mi griego antiguo de COU (ni rima, ni tiene ritmo, ni nada ¿eh?):

    Para los mortales lo primero es estar sano,
    Lo segundo convertirse en alguien bello,
    Lo tercero ser un rico honesto,
    Y lo cuarto la juventud con los amigos.

    ¡Brindo por eso! ¡Hips!

    Y además pega con lo que decíamos ayer de estar sano, guapo, currar bien y disfrutar.

    No es que sea la canción del verano: es que ya la ponía Platón en boca de Sócrates: (enlace en inglés) página 1 y página 2.

    Actualización: el diálogo traducido por mí (desde el inglés).
    Creative Commons License

    Disfruten ustedes…

    Gorgias
    El mayor de los asuntos humanos, Sócrates, el mejor.

    Sócrates
    Ya Gorgias, pero eso es ambiguo, no está nada claro. Ya habrás oído esa vieja canción que se canta con el vino, en la que se cuentan las mejores cosas de la vida: primero la salud, luego la belleza, y luego, como dice el autor, la riqueza obtenida sin engaños.

    Gorgias
    Sí que la he oído, ¿pero a cuento de qué la citas?

    Sócrates
    Lo que quiero decir es que imagínate que estuvieran aquí delante los productores de esas cosas buenas que salen en la canción: el médico, el entrenador y el financiero, y te dijera el médico:

    —Te está timando Gorgias, Sócrates, porque no es su arte sino el mío el que trata del mayor bien del hombre.

    Y yo le respondería:

    —¿Y quién eres tú para decir eso?

    Él probablemente me respondería:

    —Un médico.

    —Bien, ¿qué quieres decir? ¿que lo tuyo es lo mejor?

    —¿Qué más hay, Sócrates—me imagino que me respondería—aparte de la salud? ¿Qué hay más grande que la salud?

    Y luego vendría el entrenador y me diría:

    —Yo también me sorprendería, Sócrates, tío, si Gorgias te dijera que lo suyo es mejor que lo mío.

    Y yo le diría entonces:

    —¿Y quién es usted, caballero? ¿y a qué se dedica?

    —Soy entrenador—me respondería él. —Y mi trabajo es hacer que los cuerpos de los hombres sean bellos y fuertes.

    Después del entrenador llegaría el financiero, y me lo imagino con un cierto desprecio por los demás:

    —Ve y busca algo mejor que la riqueza: desde el punto de vista de Gorgias o del que tú quieras.

    —Oh, vaya —le diríamos— ¿y tú haces de eso?

    —Sí.

    —Muy bien —le responderíamos— ¿piensas tú que la riqueza es lo mejor para las personas?

    —Por supuesto—respondería él.

    —Pues fíjate —le diríamos— tenemos aquí al amigo Gorgias que dice que su arte hace más bien que el tuyo.

    Y sin duda la siguiente pregunta sería:

    —¿Y qué bien es ése? Que responda Gorgias.

    Y ahora, Gorgias, imagínate que te preguntan estas personas, y yo mismo, y dinos qué es eso que es lo mejor para el hombre, y que dices saber hacer tú.

    Gorgias
    Una cosa, Sócrates, que de verdad es el mayor bien, la causa no solo de la libertad del ser humano en general, sino también del dominio de personas concretas en muchas ciudades.

    Sócrates
    ¿Bien, y cómo lo llamas?

    Gorgias
    Lo llamo la habilidad de persuadir con la palabra, tanto a jueces en los juzgados como a políticos en sus despachos o a las gentes en asamblea, o a una audiencia o cualquier otra reunión que se haga en público. Te digo que con este poder el médico será tu esclavo, y el entrenador será tu esclavo también. El financiero no estará haciendo dinero para sí mismo, sino para otro: de hecho, para ti, que eres capaz de hablar y convencer a la multitud.

    No sabían ná los griegos…