Categoría: Nicaragua

  • Machete

    Más información sobre la canción: http://bit.ly/AFPMachete.

    MACHETE, by Amanda Palmer

    i have never liked the box of knives
    you said was a paradox because you’re kind
    but withstood a childhood that robbed you blind
    of love that was safe and so you learned to fight
    x3

    what do i do with this stuff?
    it seems like yesterday i called you up
    i had a terrible case of the past
    i didn’t know how to get it off
    i didn’t know how to get it off

    and you took
    your machete
    and you sliced through the vines that wrapped around me
    and you said
    i don’t know what i’m doing
    so i’ll just keep on cutting
    it’s worth a little blood to get your arms free

    i have never liked the box of knives
    you said was a paradox because you’re kind
    but withstood a childhood that robbed you blind
    of love that was safe and so you learned to fight
    x2

    what do i do with this stuff?
    it seems like yesterday i was in love
    i kept of covering the soft parts up
    i didn’t know how to get them off
    i didn’t know how to get them off

    and you took your machete
    and you hacked through the woods in the surrounding
    and you said
    i don’t know where i’m going
    i just know that i’m heading from
    the dead things piling up behind me

    and you took
    your machete
    and you carved out a path to my chest and you said see
    there’s nothing not worth keeping
    you’ve felt so many beatings
    but
    nothing’s going to work if you believe me
    nothing’s going to work if you believe me

    i have never liked the box of knives
    you said was a paradox because you’re kind
    but withstood a childhood that robbed you blind
    of love that was safe and so you learned to fight
    x2

    i have never liked the box of knives
    i took it to the oceanside the day you died
    i stood out on the dock
    no matter how hard i tried
    i couldn’t drop them in
    and i collapsed and cried:

    what do i do with this stuff?
    it seems like yesterday you were alive
    and it’s as if you never really died
    and it’s as if you never really died.

    and you took
    your machete
    and you said boo guess who
    but seriously, beauty
    you said
    see ?
    you get the drill now don’t you
    it’s not a will or won’t
    you can’t keep making symbols out of nothing

    so i took your machete
    and i sliced off your head and you laughed
    and you said see
    it’s just like anti matter
    it’s dumbo’s magic feather
    you don’t need me here to cut you
    you don’t need me here to cut you
    you don’t need me here to cut you
    you don’t need me here to cut you

    free.

    A continuación, mi traducción al español de «Machete», de Amanda Palmer.
    Sobre estas líneas, una buena persona con un machete que conocí en el volcán Masaya, Nicaragua. Y yo.
    Esta traducción (en progreso) la hago en memoria de una buena persona, mi madre alemana, Benita, la Anthony Martignetti de mi vida. Escribí sobre ella aquí: http://minibego.com/es/2013/05/un-poco-de-azucar-un-poco-de-sal/.
    Murió el año pasado.

     

    /////

    MACHETE, por Amanda Palmer

    Traducción (en progreso) de Begoña Martínez

    nunca me gustó la caja de cuchillos
    dijiste que es una paradoja, porque eres buena gente
    pero aguantaste una infancia que te birló
    todo amor carente de peligro
    así que aprendiste a luchar.
    ×3

    ¿qué hago con esto?
    parece que fuera ayer que te llamé
    sufrí un caso de pasado grave
    no sabía cómo quitármelo de encima
    no sabía cómo quitármelo de encima

    y tomaste
    tu machete
    y rebanaste
    los sarmientos
    que se enredaban a mi alrededor
    y dijiste
    no sé qué estoy haciendo
    así que seguiré cortando
    un poco de sangre no importa
    si así se liberan tus brazos

    nunca me gustó la caja de cuchillos
    dijiste que es una paradoja, porque eres buena gente
    pero aguantaste una infancia que te birló
    todo amor carente de peligro
    así que aprendiste a luchar.
    ×2

    ¿qué hago con esto?
    parece que fuera ayer que estaba enamorada
    seguía tapando las partes blandas
    no sabía cómo quitármelas de encima
    no sabía cómo quitármelas de encima

    y tomaste tu machete
    y cortaste por los bosques
    a nuestro alrededor
    y dijiste
    no sé dónde voy
    solo sé que me alejo
    de las cosas muertas
    que se acumulan detrás de mí

    y tomaste
    tu machete
    y abriste un camino
    a mi pecho
    y dijiste mira
    no hay nada que no merezca la pena guardar
    has sentido tantas palizas
    pero
    nada va a funcionar si me crees
    nada va a funcionar si me crees

    nunca me gustó la caja de cuchillos
    dijiste que es una paradoja, porque eres buena gente
    pero aguantaste una infancia que te birló
    todo amor carente de peligro
    así que aprendiste a luchar.
    ×2

    nunca me gustó la caja de cuchillos
    la llevé a la orilla del mar
    el día de tu muerte
    de pie en el muelle
    por mucho que lo intenté
    no los pude tirar
    me derrumbé y lloré:

    ¿qué hago con todo esto?
    parece que ayer aún vivías
    y es como si nunca hubieras muerto
    y es como si nunca hubieras muerto

    y tomaste
    tu machete
    y dijiste, bu, adivina quién soy
    en serio, bella
    dijiste
    ¿ves?
    ahora lo entiendes, ¿verdad?
    no es un lo harás o no
    no puedes seguir
    creando símbolos de la nada

    así que tomé
    tu machete
    y te corté la cabeza
    y te reíste
    dijiste ¿ves?
    es igual que la antimateria
    es la pluma mágica de Dumbo
    no necesitas que esté yo para cortarte
    no necesitas que esté yo para cortarte
    no necesitas que esté yo para cortarte
    no necesitas que esté yo para cortarte

    y liberarte.

    ///
    PD: Puntuación y mayúsculas se han dejado igual que en el original. Sigo trabajando en la rima (por ejemplo en love that was safe lo he cambiado al equivalente love that wasn’t dangerous para que rime). Sugerencias de mejora bienvenidas (usa los comentarios a continuación).

     

  • Nicaragua, con tus propios ojos (IV): acaba el primer día con luces de Navidad

    Nicaragua, con tus propios ojos (IV): acaba el primer día con luces de Navidad

    Sigo contando el viaje a Nicaragua. Me decía a mí misma:

    Es la primera vez que vengo, pero no es la primera vez que estoy

    Nos habíamos quedado hablando delante de los monumentos de los grandes líderes de la revolución. Mi padre me hablaba en su día de la falta de mandos intermedios. Había grandes intelectuales con grandes ideas, y el pueblo. ¿Y en medio? No había nadie que pudiera hacer que esas ideas se convirtieran en realidad.

    Se ve mucha actividad de construcción y reparación e Managua: en las casas, en las carreteras. Ni de lejos es tan bonita como Granada, porque para eso tendría que ser una ciudad con calles, y es más bien una serie de fincas muy juntas.

    Estamos acostumbrados a la noción de ciudad como calles y casas espalda con espalda, con miles de años de capas parecidas debajo.

    Managua es un bosque del que asoman tejados, cruzado por carreteras, sí, ahora asfaltadas y adoquinadas. Los adoquines son herencia de Somoza, que tenía una fábrica de ladrillos. Roberto nos decía que le salió el tiro por la culata, porque eran fáciles de arrancar y arrojar, o convertirlos en barricadas.

    Nos decía Roberto «el Pollo» Sáinz que nuestros padres llegaron la retaguardia d elas brigadas de internacionalistas, y que era difícil, más difícil, ir convirtiendo un impulso revolucionario como la cruzada en algo permanente, de todos los días. La educación de adultos se acabó cancelando cerca del 90. No queda claro si cancelado por los últimos sandinistas o ya por Violeta Chamorro.

    ¡Cómo se le llenaba la boca de insultos al hablar de Violeta, de los piñatistas, los congresistas actuales! De hijoeputa para arriba, salían a borbotones. Luego se paraba y decía: esto es en el terreno de lo que hacen, yo a Doña Violeta… Doña Violeta me saluda: si nos vemos, nos conocemos. Igual Daniel Ortega quiere que vuelva,  y yo le digo: a ti tengo ley, me cases bien. Pero no soporto a esos ladrones con los que te juntas, es que no puedo.

    Parece que fundaron otro partido de renovación sandinista, pero no fue bien y también se alejó. Lleva nueve años jubilado, está operado de corazón, de cáncer, de todo: no debe tomar disgustos y se nota que los tomaría. Y mucho. Por ejemplo, con las luces de Navidad:

    Espe, Roberto y Bego frente a la catedral de Managua.
    Espe, Roberto y Bego frente a la catedral de Managua.

    ¿Las luces de Navidad? ¿Por qué debería uno enfadarse con las luces de Navidad?

    La luna, la «concha acústica» que hicieron para la visita del Papa, y un árbol de Navidad sin árbol, gigante.
    La luna, la «concha acústica» que hicieron para la visita del Papa, y un árbol de Navidad sin árbol, gigante.

    El problema es que estamos en Semana Santa, y aún no han retirado las luces de Navidad. El respetable protesta del excesivo gasto de luz. Roberto «del monumento que hiciero para ese hijoeputa de Juan Pablo Dos, que no quiso bendecir a aquella familia, y cómo se lo hizo pasar a Cardenal».

    Cardenal. El Papa. La revolución sandinista como revolución cristiana, la teología de la liberación… es un jardín en el que no me voy a meter hoy. La visita del Papa da para mucho: para un libro, para un documental de una hora… caramba, qué casualidad. Aquí hay uno entero en YouTube, que acabo de descubrir y que tengo muchas ganas de ver.

    Y con esto os dejo hasta mañana, que espero poder llegar al segundo día de mi viaje a Nicaragua.

    Espero terminarlo antes de que llegue la Navidad.

  • Nicaragua, con tus propios ojos (III): poesía, Darío y Borge

    Nicaragua, con tus propios ojos (III): poesía, Darío y Borge

    Decíamos ayer, que nosotras no comprendíamos qué fascinaba tanto a Roberto Sáinz la casa en la que creció, hasta que la vimos. Le habían puesto el nombre del gran héroe nacional: Rubén Darío, el padre del modernismo (este poema, Divagación, gustará a los traductores del público). Para el resto:

    Lo fatal

    Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
    y más la piedra dura porque esa ya no siente,
    pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
    ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

    Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
    y el temor de haber sido y un futuro terror…
    Y el espanto seguro de estar mañana muerto,

    y sufrir por la vida y por la sombra y por
    lo que no conocemos y apenas sospechamos,
    y la carne que tienta con sus frescos racimos,
    y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

    ¡y no saber adónde vamos,
    ni de dónde venimos!…

    —Lo saqué de: Lo fatal, Poemas de Rubén Darío

    Nicaragua es un país que adora la poesía e idolatra a los poetas.

    En ese sentido es un poco como Granada. Ya nos decía Ricardo Muñoz en clase: en Granada [hablaba de España], tienes suerte si eres el mejor poeta de tu patio de vecinos.

    Todo esto nos lo había contado algo antes de ver los monumentos de los revolucionarios.

    Flash forward hacia Granada

    Roberto Sáinz, ex viceministro de Educación de Adultos, nos enseñaba los monumentos a los revolucionarios y nos dijo que todo granadino (de Granada, Nicaragua) dice haber nacido en la calle de la Calzada. Así que voy a hacer un pequeño flash forward y os la voy a enseñar.

    Empezaré diciendo que Granada, Nicaragua, es preciosa.

    Aquí comienza la calle de la Calzada.
    Aquí comienza la calle de la Calzada.

    Esto es lo que ves si avanzas hacia el lago. Es una calle peatonal, llena de cafés, restaurantes, terracitas…

    Hablando con Jeffrey McCrary (más sobre él, más tarde), en Granada (Nicaragua) con mi camiseta de la Universidad de Granada (España).
    Hablando con Jeffrey McCrary (más sobre él, más tarde), en Granada (Nicaragua) con mi camiseta de la Universidad de Granada (España).

    Y de repente, el Hotel Darío

    Roberto nos contaba con orgullo que el Hotel Darío había sido su casa. ¿Qué era tan especial? Pues… vaya. Sí.

    Hotel Darío, Granada, Nicaragua
    Hotel Darío, Granada, Nicaragua

    Aquí vivían 27 personas, 20 de su familia y 7 de servicio. El mundo es un pañuelo y Nicaragua es, además, muy pequeña. Eran diez (¡10!) hermanos, y la revolución les separó también ideológicamente, en un sentido y en otro (puede leerse sobre eso en este libro que ya cité).

    Vista desde la puerta hacia el patio del Hotel Darío
    Vista desde la puerta hacia el patio del Hotel Darío

    (Madre mía, aquí parece que hay un modelo en 3D).

    Mis fotografías no hacen justicia a la belleza y paz del lugar. ¿Es que todas las Granadas te obligan a volver, volver, volver?

    Borge

    Uno de los pocos murales que vi, a pesar de que me habían dicho que vería muchos. Estos son Carlos Fonseca, Daniel Ortega y Borge. ¿Quién falta y quién sobra? Ja.
    Uno de los pocos murales que vi, a pesar de que me habían dicho que vería muchos. Estos son Carlos Fonseca, Daniel Ortega y Borge. ¿Quién falta y quién sobra? Ja.

    Pero estábamos hablando de los monumentos a los revolucionarios.

    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 1980
    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 1980: Carlos es de los muertos que nunca mueren.

    ¿Qué pasa con vuestros indignados? Nos preguntó Roberto Sáinz. Él estaba indignado por la piñata (la corrupción y robo desde el gobierno sandinista en los 80, cosa que ha sucedido a mucha mayor escala en España). Estaba orgulloso de la futura ley de protección a la mujer (contra la violencia «de género» digamos, pero eso contra la violencia a la mujer). La situación de la mujer en Nicaragua es precaria, en parte, porque el 27% de las nicas de entre 15 y 19 son madres ya. De pasada, mencionamos a Borge.

    Vaya un personaje, Borge.

     

    Managua, 1980
    Managua, 1980. Mi padre le da la mano durante un concierto de los Godoy.

    Así describe el propio Borge esa época, en varias entrevistas:

    Borge en el ABC

    «Habíamos llegado al poder cubiertos con un aura de santidad. Éramos ‘los muchachos’, héroes del pueblo que habíamos liberado. Pero luego vino la guerra [frente a la insurgencia contrarrevolucionaria apoyada por Estados Unidos: la Contra], las presiones, la crisis económica y los errores, y los héroes que éramos nos convertimos en reyes. Hubo un grado de arrogancia de los miembros dirigentes del FSLN, que teníamos tanto poder que la gente nos miraba como reyes, y nosotros actuábamos como reyes. No siempre fuimos consecuentes con la responsabilidad histórica que teníamos con la Revolución», declaraba en 2009 a ‘El nuevo diario’.

    ABC, 1 de mayo de 2012 (los destacados son míos).

    Borge en el Diario de Cuba

    En 2006 fue acusado, junto a Ortega y otros líderes sandinistas, de genocidio y crímenes de lesa humanidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) por delitos supuestamente cometidos también en los años 1980 contra comunidades indígenas asentadas en el Caribe de Nicaragua.

    En una entrevista concedida a La Prensa en años recientes, Borge se quejó de que solamente se mencionaban sus errores y no se valoraran otros hechos.

    «Nadie reconoce que yo fundé las cárceles de régimen abierto, donde los prisioneros estaban sin custodia y sin reja. Nadie reconoce que yo fundé la cárcel de La Esperanza, de mujeres. Nadie lo reconoce. Nadie lo recuerda. Sólo recuerdan nuestros errores que cometimos, como haber establecido la censura de prensa, que a estas alturas creo que fue un error», dijo.

    Afirmó que muchas de las acciones que se le atribuyeron fueron «mandatos» de la Dirección Nacional del Frente Sandinista, integrada por nueve comandantes, entre ellos él. «Yo no podía por mi propia cuenta tomar decisiones», alegó. (..)

    «Para una buena parte de los representantes de la Revolución Nicaragüense, Tomás Borge buscó encarnar la corriente libre y el carácter original del movimiento. Pronunció los mejores discursos, tuvo los gestos más grandes y disfrutó del contraste entre su personalidad legendaria y el Ortega introvertido y carente de gracia. Grandioso e impredecible, Borge podía ser severo por un lado y extremadamente generoso por otra. Era un buen amigo de sus amigos», dijo escritora y ex militante sandinista Gioconda Belli, en declaraciones a la AP.

    Después de 1990, «tengo la sensación de que él renunció a sus ilusiones revolucionarias. Su lealtad a Ortega fue pragmática y buscó salvaguardar su supervivencia política y económica. Ortega le dio la dimensión de símbolo revolucionario e hizo que se convirtiera en una sombra de sí mismo. Terminó como una figura tragicómica», añadió.

    De baja estatura, pero de complexión fuerte, Borge se jactaba de nadar 1.500 metros y de su vigor sexual.

    Diario de Cuba

    Borge en CNN México

    «Voy a morir con la frente levantada, porque he cumplido con mi deber, porque he sido leal a mis principios, a mis compañeros (…) he sido leal a mis amigos, he sido leal a la bandera rojinegra, no tengo otra bandera que esa», dijo meses antes de su muerte, en entrevista televisiva. (…)

    Borge fue aficionado a la poesía y la escritura. Es autor de los libros La paciente impaciencia, una obra biográfica que ganó el Premio Casa de las Américas; Un grano de maíz, que ataca las intromisiones de Estados Unidos en Nicaragua y Salinas, dilemas de modernidad, que retrata al expresidente mexicano Carlos Salinas.

    CNN México, 5 de mayo de 2012

    Borge en La Prensa, una entrevista gloriosa que me gustaría copi-pegar entera

    Hace algunos meses, en Panamá, dijo que quiso tanto al escritor argentino Julio Cortázar, que si aquél «le hubiese pedido que hicieran el amor, lo hubiese hecho».

    (…)—¿Qué tanto ha cambiado Tomás Borge en los últimos años? Digo esto porque usted antes caminaba un aparataje militar enorme y ahora me lo he encontrado haciendo fila en el cine.

    —Ahora me doy cuenta que todo aquel aparataje era absolutamente inútil. Sobrancero. Era una especie de despilfarro del presupuesto. No obstante, a pesar que yo andaba en efecto con ese aparataje, siempre hacía fila para entrar al cine o para cualquier otro menester en el que había que hacer fila. Nunca dejé de hacerla. A mí me estorbaba el aparataje. Algunas veces me escapé. Siempre me localizaron, y era, al parecer, una situación inevitable, la cual agradaba a algunos dirigentes de ese momento, y a otros no. Era una especie de imitación mecánica de los países socialistas. Como los asesores provenían de esos lugares, ellos montaron esos aparatos, que en algunos casos fueron muy útiles.

    —Mucho de eso era para simbolizar el poder.

    —Probablemente. Algunos incluso sostenían esa tesis, de que el poder requería de una imagen. A estas alturas, con toda la experiencia que hemos vivido, con toda el agua que ha pasado por el puente, me doy cuenta que la imagen del poder real no es esa. El poder verdadero no requiere de vestiduras.

    (..)

    —Se oía hablar mucho de las correrías de Tomás Borge.

    —Siempre se exagera. Yo dije una vez que quería tanto a Julio Cortázar que si él hubiese sido homosexual y me lo hubiera solicitado, yo hubiera aceptado hacer el amor con él, porque lo quería tanto. Pero de ahí no podés interpretar que yo soy homosexual.

    —Mucha gente interpretó eso.

    —Era una manera de decir cuánto lo quería. Sin embargo… ¿crees que soy homosexual?

    —No sé, dígame usted.

    —No, no tengo ningún prejuicio con los homosexuales, pero no lo soy. No lo soy. Pero los respeto. A las lesbianas y los homosexuales los respeto.

    —¿Lo que dijo sobre Cortázar en Panamá le trajo críticas aquí en Nicaragua?

    —No, chistes nada más, de mis compañeros.

    —¿Por ejemplo?

    —Pues ideay, «no lo sabíamos»… Nadie lo tomó en serio.

    La Prensa, 29 de septiembre de 2002 (La Prensa es el diario conservador de Nicaragua, anti-somocista, cuyo director fue asesinado —por orden de Somoza, probablemente—, quemado por la guardia somocista como última orden de Somoza, censurado por Borge, cuya directora, viuda del director asesinado, acabó siendo la presidenta Violeta Chamorro, financiado por la CIA, anti-corrupción, neo-liberal… la historia de La Prensa da para varias películas).

    Estábamos frente a los monumentos

    El de Carlos Fonseca: «Carlos es de los muertos que nunca mueren».

    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 2013
    Monumento a Carlos Fonseca, Managua, 2013

    Y el de Borge: 30 de abril de 2012.

    Monumento a Borge, Managua, 2013
    Monumento a Borge, Managua, 2013

     

    Y como os decía el poema de Rubén Darío al principio:

    y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

    ¡y no saber adónde vamos,
    ni de dónde venimos!…

    [Pronto] el relato del viaje, de nuevo, CONTINUARÁ…

  • ¡Cuenta ya el viaje a Nicaragua! o Nicaragua: con tus propios ojos (II)

    ¡Cuenta ya el viaje a Nicaragua! o Nicaragua: con tus propios ojos (II)

    Madre mía, está siendo difícil encontrar el tiempo para contarlo, sobre todo por algo que sucedió durante el viaje, pero en Murcia.

    Echar a andar de nuevo

    Mi hijo pequeño se rompió una pierna, a lo Kobe Bryant. Se resbaló con un juguete. Volví, acabaron las vacaciones y no podíamos llevarlo a la guardería con la pierna escayolada. Hicimos turnos para quedarnos con él en casa. Y es un poco caos, porque yo contaba con acelerar y currar más horas de lo habitual a la vuelta, y en vez de eso, pasó justo lo contrario. Este lunes por fin le quitaron la escayola. Aunque está cojito y aún no anda, está un poco mejor.

    No pensé que tendría que enseñarle a andar por segunda vez, pero aquí estamos, pasito a pasito de nuevo. Y pasito a pasito os cuento cómo fue el viaje a Nicaragua, desde donde lo dejamos.

    ¿Por dónde iba?

    Esta soy yo en junio de 1981, en Nicaragua.
    Ommmmm….
    Esta soy yo en junio de 1981, en Nicaragua.

    Y vuelvo a ese lugar del que salí cuando yo aún no sabía andar… vamos llegando a Managua.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    Una visión de Managua: Roberto Sáenz

    Llegamos al hotel después de pasar por una Managua muy diferente de la que recordaban mis padres: me recuerda a las afueras de Monterrey (México). Solo que no se acaba de llegar nunca al centro (no lo hay). Sí que hay centros comerciales y algunos edificios de cristal.

    Aquí el edificio de la compañía de seguros Pellas, leído pelas, muy apropiado nombre
    Aquí el edificio de la compañía de seguros Pellas, leído pelas, muy apropiado nombre

    Finalmente, y después de pelearnos con varios taxistas muy agresivos, llegamos al hotel pagando una cantidad razonable, eso sí, en un taxi bastante cochambroso. Por lo menos no tenía el cristal roto ni estaba borracho el conductor, como el que llevó a mi madre al hospital ese 2 de mayo de 1981, hoy hace 32 años.

    El hotel está bien, tiene aire acondicionado y wi-fi. De repente, me hace ilusión sacar el Foursquare, y al hacer check-in me entero que estamos a 8.530km de casa (5300 millas), aproximadamente una quinta parte de la circunferencia de la Tierra. Ni tan lejos, oiga.

    Más de ocho mil kilómetros

    Esa tarde quedamos con Roberto Sáenz, que fue viceministro de Educación de Adultos, que fue el director técnico de la Cruzada Nacional de Alfabetización, el tiempo que mis padres estuvieron allí.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    Nos lleva a  ver los monumentos del centro, que yo sólo había visto cubiertos de manifestantes.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    Vamos al puerto Salvador Allende, un agradable malecón construido para pasear junto al lago (se cobra entrada, y la seguridad es potente y visible):

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica

    En el puerto Salvador Allende, tomo mi primera Toña y mi primer plato combinado nica:

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica
    Vocabulario viajero: en Nicaragua, «agarrar una Toña» significa emborracharse.
    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica
    Comida nica: gallo pinto, col, salchichas, muslos de pollo fritos, plátano frito, chips de plátano frito, queso a la plancha, alitas de pollo fritas, cortezas de cerdo fritas…

    Sáenz nos cuenta alegrías y desdichas de la revolución:

    Empezar una revolución es fácil, porque hay que destruir. La gente habla de la revolución como algo bonito, pero es un desastre. Es fea. Y la parte de destruir es fácil, pero luego llega lo difícil. ¿Construir? ¿qué y cómo? ¿quién había hecho esto antes? Nadie. ¿Cómo lo íbamos a hacer? Ni idea. Pero lo íbamos a hacer.

    Queríamos mandar a todos estos a alfabetizar a la selva, pero no los vas a mandar al monte sin botas ¿no? Y aquí no teníamos industria, apenas las guillotinas para cortar el papel higiénico al tamaño que usamos. Así que agarramos a [no recuerdo el nombre que dijo], le dimos cincuenta mil dólares y lo mandamos a Holanda: «tráete botas».

    Llegaron las botas y las metimos a un almacén. Cuando se iba la gente se las íbamos dando: al rato nos dimos cuenta de que estábamos dando dos del mismo pie, o de tallas que no eran. Imagínense, botas del ejército holandés, hechas para esos señores tan altos, eran unas botas enormes que no le valían a nadie. Y así, con todo…

    Así nos hablaba Roberto Sáenz, sin dejar títere con cabeza en ningún bando.

    Viaje a Nicaragua de @minibego #soynica
    No me lo podía creer. ¡Lo había conseguido! Allí estábamos, y Roberto Sáenz nos contaba cosas MUY interesantes.

     

    Y es que en Nicaragua todo está polarizado, pero todo el mundo es familia, de una manera o de otra. (Esto mismo puede leerse en este libro de su primo Adolfo Miranda Sáenz, que me apunto a mi lista de pendientes). Sí se le encendían los ojos recordando su casa natal en Granada, en la calle de la Calzada, que es hoy el precioso Hotel Darío.

    Nosotras no comprendíamos qué le fascinaba tanto de esa casa, hasta que la vimos.

    (Continuará…)

  • Nicaragua: con tus propios ojos (I)

    Por fin he visto Nicaragua con mis propios ojos. No solo en fotos, no solo en las historias de mis padres, de mi tío Fernando, de Ángel, de Jesús.

    El primer día se me rompió la cámara de fotos. Sigue sin funcionar. La parte buena es que venía mi hermana, que no sólo tiene una réflex buena, sino que es buena fotógrafa. Su relato del viaje y sus fantásticas fotos están en este artículo de su blog, Espe por el mundo: Nicaragua.

    Pero más allá del paisaje físico, lo que tengo que agradecer infinitamente es haber conocido a nicas que me han enseñado Nicaragua. No sólo para que la vea con mis propios ojos, sino para poder verla también a través de los suyos.

    Nicaragua, quiero verte con tus propios ojos.

    La más breve reseña histórica

    De la Wikipedia, que no se diga:

    Habitado por pueblos precolombinos,(…) conquistado por España en el siglo XVI. (…)  independiente en 1838 (…). Tras décadas de intervención y fuerte influencia extranjera, mediante la Revolución Nicaragüense, se instauró una Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional 1979 – 1985  (…) En 1984 se realizan las primeras elecciones (…) nuevo Presidente elegido: Daniel Ortega Saavedra. (…) Durante el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional el país sufrió un largo conflicto civil con intervención de los Estados Unidos de América a través de su Presidente Ronald Reagan, financiando la guerra sin autorización, llegando a bloquear económicamente (…) Los conflictos económicos y de Guerra culminaron en 1990, al mismo tiempo que el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional presidido por Daniel Ortega Saavedra perdió el poder en elecciones populares.

    Ése era el momento de la verdad. Perdió las elecciones y ¿cedió el poder? Pues sí. Gana Violeta Chamorro, se acaban los problemas con EEUU y se pueden centrar en los suyos propios: pobreza, inflación, corrupción (al saqueo de los sandinistas que se iban lo llamaron la piñata) y al reducir el ejército, desempleo. Sobre todo, y reconstrucción del país después de ¿ochenta? años de guerra, por unas cosas o por otras. Privatizan todo (¡sorpresa!). Pasan Arnoldo Alemán, el Huracán Mitch y Enrique Bolaños, cada uno con sus destrozos, y vuelve a ganar Daniel Ortega en el 2008, 17 años despuésEsta vez sabe que tiene que contar con la iglesia católica, y hace cosas como penalizar el aborto (hasta el que salvaría la vida de la madre: ya escribí sobre eso estando embarazada). Ahora es cuando parece que no se quiere despegar de su sillón…

    Antes, Teresa Cárdenas. En el avión, Salman Rushdie

    No me encontré a Salman Rushdie en el avión, pero descubrí y leí su libro La sonrisa del jaguar, que es un diario de viaje por la Nicaragua de 1987. Ya en casa me había terminado el de  Teresa  Memorias de un viaje inolvidable  (artículo en La Opinión. Consíguelo aquí [más caro aquí]). Son dos visiones muy diferentes, separadas por diecisiete años y toda una clase social. Rushdie entrevista a los sandinistas en el poder. Teresa convive con las comunidades de base con proyectos activos.

    Se le echa en cara a Rushdie que es benévolo con los sandinistas. Está claro que está entusiasmado con la revolución, y él mismo dice en el libro que para él es nuevo no estar en la oposición directa al gobierno de ningún sitio. Sin embargo, le horroriza el cierre del periódico La Prensa (el diario de la que luego sería presidenta Violeta Chamorro), y le pregunta al ministro de cultura, Ernesto Cardenal, si van a repetir los errores de la revolución cubana, a lo que él contesta, no, ¿qué errores?:

    (…)  I took a deep breath and mentioned, er, for example, human rights abuses? Political prisoners, torture, attacks on homosexuals, on, um, writers? ‘What attacks?’  (…) it was like hitting a wall. When I left the Ministry of Culture I noticed that the Nicaraguan fondness for naming their ministries acronymically had created, in this instance, an unfortunately Orwellian resonance. Cardenal, chief of MINICULT. I went away feeling depressed.

    (…) (mi traducción) Respiré profundamente y dije, eh, por ejemplo ¿abusos a los derechos humanos? ¿Prisioneros políticos, tortura, ataques a homosexuales, a, estee, escritores? «¿Qué ataques?» (…) era como darse cabezazos contra una pared. Cuando salí del Ministerio de Cultura me di cuenta de que la pasión nica por nombrar los ministerios con acrónimos había creado en este caso un eco a lo Orwell. Cardenal, jefe del MINICULT. Me fui sintiéndome deprimido.


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    Mochilera

    Al llegar al aeropuerto de San José de Costa Rica, busco en la cinta de equipajes la mochila de los Scouts que me ha prestado mi hermano pequeño. Cuando sale, oigo a una señora española susurrarle a su pareja: mochileros… Y así, sin más, con una mochila prestada y medio vacía, los susurros pasan de la mamá que es empresaria, sale en el periódico en el colegio de mi hija la semana anterior, a una mochilera por la jungla.

    Qué cosas.

    Taxis, autobuses y cuadras

    De donde fue…

    En Centroamérica no se lleva lo de las direcciones clásicas. Aunque hay nombres de las calles, como las ciudades suelen tener planta española (es decir, en cuadrícula), hay avenidas numeradas (en una dirección) y calles numeradas (en otra). Una manzana es cuadrada y tiene 100m de lado (mejor dicho, 100 varas: pero para esto digamos que da igual). Para dar una dirección, escoges un punto de referencia y dices, por ejemplo, tantos metros al norte, tantos al este. Y vas contando cuadras.

    El problema surge cuando los puntos de referencia famosos ya no están ahí: de donde estuvo la Verónica, dos al norte. ¿Y dónde estuvo? A saber. Ahora imaginaos que en 1972, en Managua, un terremoto destruye todos los edificios de más de un piso de la ciudad, excepto el banco de América y las paredes de fuera de la catedral. De donde fue…

    Para San José de Costa Rica, Chepe como lo llaman aquí, yo me había apuntado la dirección de mi hermana con todo detalle. Pero bastó con decirle al taxista el nombre de su casera. En una ciudad de 1,4 millones de habitantes.

    3:45h – ¿Un taxi? ¿Ahora?

    Llego a casa de mi hermana por la tarde. Nos vamos a dormir temprano, y a las 3:45 y ya duchadas, mi hermana Espe llama a un taxi por Skype. Aquí no hay central de taxis: tienes que conocer a alguien. Suena dormido (¡normal!), y le dice que no le merece la pena levantarse para venir a buscarnos. Es verdad que estamos cerca, pero llevamos equipaje y es muy de noche. En la calle encontramos otro, que nos cobra el triple de lo que vale la carrera (incluso después de regatear). Yo  me acuerdo de Júramelo, y pienso: para esto valen las centrales. Porque o eres de un sitio y conoces a alguien que sea bueno y honrado, o el que encuentras de chiripa te tima.

    Viaje a Nicaragua #soynica
    Esperando el autobús: en la pared «Yo soy tú y tú soy yo» Religión Maya (sigue en la pared de al lado: «… que todos sean uno…» Juan 17,21. En su momento no me fijé en la publicidad de Nueva Acrópolis (¡!), estaba emocionada con estar ya más cerca de Nicaragua.

    5:00 am – A Managua en autobús

    Cuando mis padres fueron a Nicaragua la primera vez, les preguntó un estadounidense:

    -¿Y ustedes, de dónde son?

    -De Cartagena, España- respondieron ellos.

    -Ah, muy bien. ¿Y en qué autobús llegaron?

    -¡!

    Esta vez mi hermana y yo tendríamos una respuesta: en el autobús de TransNica.

    Bus a Managua

    Este bus tardará más en llegar a Managua de lo que tardó el vuelo Madrid-San José: más de diez horas para 435km.

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    El accidente y el sabio consejo de la anciana nica

    Cuando después de una hora en la frontera pasamos el puesto de Peñas Blancas, arrancamos y suena (no miento) Born to be alive. Es un momento emocionante.

    Pero la canción que le sigue probará de nuevo su poder destructivo: es Boys, Boys, Boys, de Sabrina.

    En el momento cumbre, el asiento de delante se rompe, cede y me cae encima.

    No duele, y aprovecho mi experiencia en sentadilla en máquina para, empujando con los pies y con la ayuda de los de delante, ponerlo de nuevo en su sitio. Pero durante las siguientes tres horas se irá deslizando de nuevo poco a poco, comprimiéndome en el asiento. Por lo menos a Johann, el niño que viaja encima de su madre a mi lado, no le ha pasado nada. En el pasillo hay personal de TransNica, que viaja de pie junto con otros pasajeros, así que aunque se baja gente en algunas paradas, no redistribuyen a nadie hasta que casi hemos llegado.

    Al otro lado del pasillo viaja una anciana nica con su nieta de cinco años. Es una señora tostada por el sol, arrugadita, con una cinta en el pelo. Al ver la rotura, se lamenta con la cabeza, como murmurando ya llegamos a Nicaragua. Finalmente se dirige a la chica que estaba sentada en el asiento en cuestión:
    –Yo le hacía una foto y la subía al Facebook.
    Conversan.
    –Sí sí sí, que le devuelvan, lo menos, la mitad del billete.

    El asiento roto / Viaje a Nicaragua #soynica

    Aire, móviles y polarización

    Voy como bebiendo cada detalle del paisaje. Pasamos por la ribera del lado Nicaragua. La orilla de la Panamericana tiene muchos restaurantes, hoteles y granjas eólicas. Se ven muchas antenas de telefonía.

    Más tarde nos contará McCrary de que en Nicaragua todo se polariza:

    • liberales contra conservadores,
    • sandinistas y contras.
    • Por las pintadas en muros, carteles y afiliaciones personales, ahora pareciera que los nicas se dividen entre los del Claro y los de Movistar, las dos principales operadoras de telefonía.

    Claro solía ser estatal. Ahora es mixta.

    La carretera cada vez está mejor según nos acercamos a Granada. Parece que los nicas le dan mucha más importancia al transporte terrestre que los ticos (una herencia de tiempos del ejército, nos dirá más tarde Krushenka). Sin embargo, el aire acondicionado se rompe a las dos de la tarde. La parte buena es que nos dejan abrir las ventanas, con lo que mis fotos ya no tienen el filtro glamuroso de la mugre del cristal y mi hermana ya no tiene que ir junto a la puerta del baño y sin ventilación potente.

    En la carretera de granada a Masaya y Managua hay muchos bares. Uno de ellos tiene unos enormes escudos del Barça y del Real Madrid: LIGA ESPAÑOLA / CLÁSICOS, dice. En este viaje vamos a ver a muchos nicas con camisetas de Messi. Soy incapaz de deciros si son de esta temporada o no.

     

     

    Ahora mismo salgo para el aeropuerto, a la parte San José de Costa Rica-> Madrid.

    Continuará…

  • Soy nica de Nicaragua y este mes vuelvo ¿te vienes?

    Soy nica de Nicaragua y este mes vuelvo ¿te vienes?

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    Cabalgando, remando, caminando, los brigadistas de la alfabetización penetran las más escondidas comarcas de Nicaragua. A la luz del candil, enseñan a manejar el lápiz a quien no sabe, para que nunca más lo engañen los que se pasan de vivos.
    Mientras enseñan, los brigadistas comparten la poca comida, se agachan en el acarreo y la deshierba, se pelan las manos hachando leña y pasan la noche tendidos en el suelo, aplaudiendo mosquitos. Descubren miel silvestre dentro de los árboles y dentro de las gentes leyendas y coplas y perdidas sabidurías; poquito a poco van conociendo los secretos lenguajes de las hierbas que alegran sabores y curan dolencias y mordeduras de serpientes. Enseñando, los brigadistas aprenden toda la maldición y la maravilla de este país, su país, habitado por sobrevivientes: en Nicaragua, quien no se muere de hambre o peste o tiro, se muere de risa.

    Eduardo Galeano, 1980: En toda Nicaragua: Descubriendo

    Aprendí a hablar muy pronto.

    —¿Cuántos años tienes ya, Bego?

    —Tres.

    —¿Y de dónde eres?

    —Yo soy nica de Nicaragua.

    —¿Y tú sabes eso dónde está?

    —Está en América Central.

    La gente de la familia se partía de risa al oírmelo decir. Durante años y años he escrito en todo tipo de formularios:

    Lugar de nacimiento: Managua (Nicaragua).

    Es un dato anecdótico que no sirve absolutamente para nada, pero queda mejor que preguntar OLA KE ASE ES DE AKI O K ASE ¿tienes derecho a estar aquí?

    Se cumplen 33 años de la razón que llevó a mi madre y a mi padre a Nicaragua. Y 32 de la razón de que volvieran. Yo. Y el calor. En parte. Supongo.

    Internacionalistas Emilio Martínez y Carmen Pagán
    La chica no soy yo, es mi madre en 1980. La respuesta corta que suelo dar es: fueron como cooperantes internacionales en un programa de alfabetización de adultos. Se volvieron porque nací yo, les cumplía el contrato y hacía mucho calor.

    Llevo toda la vida respondiendo a esa pregunta, sin saber la respuesta. ¿Cómo habría sido mi vida si se hubieran quedado?

    ¿Cuándo iba a volver?

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    Tenía tiempo y era menor de edad, me dije: iré con mi primer sueldo.

    Fui mayor de edad y no tenía dinero para ir.

    Conseguí un trabajo y no tenía vacaciones.

    Nació mi hija.

    Monté mi empresa.

    Nos mudamos.

    Nació mi hijo.

    Monté mi otra empresa.

    Basta ya.

    Ahora soy madre, autónoma y no tengo tiempo ni dinero, pero voy a ir.

    «Gastando menos, ahorrando recursos y aumentando la producción, consolidamos la Revolución» —sin saberlo, consolidando la Revolución, fíjate tú.
    «Gastando menos, ahorrando recursos y aumentando la producción, consolidamos la Revolución» —sin saberlo, consolidando la Revolución, fíjate tú,  y ahora gastando… euh. Abajo: «spending, saving, working, fighting, leading, voting» (gastar, ahorrar, trabajar, luchar, liderar, votar).


    Ya me he comprado los billetes, para mí sola porque Pablo prefiere quedarse con los niños a venirse (¿? Gracias por la parte de quedarte con los peques). Mis padres no quieren volver, mi tío Fernando no es aconsejable que vuelva (dice la familia que le puede dar un patatús si ve en qué queda su sueño de juventud). Mi suegro ya ha ido.

     Teresa, la tía de Pablo,  incluso escribió  Memorias de un viaje inolvidable con su experiencia. Lo siento, Teresa, yo me estoy leyendo ahora. Más vale tarde que nunca. Recomiendo leer este artículo en La Opinión. El libro se puede conseguir aquí [y bastante más caro aquí]).

    Ahora voy yo

    El lunes 25 de marzo a las 11 de la mañana salgo de Madrid. Llegaré por la tarde a San José de Costa Rica, que es ahora donde vive mi hermana (gracias, hermana, por esta excusa fantástica).

    A esa misma hora del día 2 de abril miento, saldré el día 3 (casualmente, mi aniversario —nota mental: mi anillo sigue sin aparecer—) de vuelta hacia Madrid, y llegaré al día siguiente día 4 de abril a las 11.

    Y mientras tanto, iré a Nicaragua. A…

    ¿A dónde voy?

    Buena pregunta. Yo sola (bueno, con mi hermana), ¿a dónde voy?

    Quiero ver el hospital en el que nací, Fernando Vélez Páiz (aquí la experiencia de un chico que lo visitó en el 2008, en inglés), y la casa en la que viví mis primeros dos meses. La famosa casa de la que mi madre «sacaba a escobazos arañas del tamaño de una mano». También los lugares que pudieron visitar mis padres durante la famosa cruzada, que recibió un premio de la UNESCO (aquí el Informe de la Unesco sobre toda la operación (en inglés).

    Se mezclan dos factores en mi visita a Nicaragua: conocer la Nicaragua que fue, cuando yo nací, y conocer la Nicaragua de hoy.

    La Nicaragua, Nicaragüita de Carlos Mejía Godoy:

    Yo era muy fan de pequeña: tengo una foto con él y los de la Palacagüina. La música era de lo poco que comprendía de Nicaragua. Ahora tendrá 70 años, dice la Wikipedia. Y que se presentó a las elecciones en 2006 como vicepresidente, con un partido llamado Movimiento de Renovación Sandinista, que tenía como lemas de campaña: «Yo soy el feo, señores. El feo que quiere una Nicaragua linda» y «Feo sí, pero no ladrón».
    Y la Nicaragua del Cristo de Palacagüina:

     

    Y la Nicaragua de la mujer hermosa del terrateniente, sin ir más lejos, véase Natassja Bolívar (Wikipedia — Miss Nicaragua 2013). Ojo con el sonido que es el Ai Eu Se Te Pego:

    Y la Nicaragua del día de la mujer en Managua. Foto de esta semana pasada:

     

    Marcha en Managua por el día de la mujer
    Marcha en Managua esta semana por el día de la mujer, foto de este artículo de El Nuevo Diario. Los carteles van firmados por Católicas por el Derecho a Decidir. Defienden: sí al aborto terapéutico, a la separación de Iglesia y Estado, y… «Jesús vivió con 12 hombres y nunca tuvo hijos… Donde hay amor… hay familia».

    Para vuestra tranquilidad, evitaré las zonas más peligrosas. Probablemente.

     Pues eso, que voy a Nicaragua ¿quién se viene?

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    Lo digo completamente en serio, el que quiera venir, o presentarme a alguien que esté allí, o contarme su experiencia, que me lo diga con este formulario, o deje un comentario abajo del todo:

     

    Sobre las ilustraciones

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    Una de las cosas que se echaba en cara a la cruzada de alfabetización es que era también una campaña de formación política pro FSLN. Es bastante natural que les saliera así, puesto que la iniciativa comenzó con el «y también enséñenles a leer». Aplicando aquello de que la pluma es más fuerte que el AK-47.

    A veces, y según cuáles.

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    Las imágenes de este artículo las he sacado de los cuadernillos de alfabetización son de la web SandinoVive.org. Los ejemplos que he elegido no son los más llamativos en absoluto. Hay cuadernillos en castellano, inglés, miskito y sumo:

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