Os voy a contar una cosa que espero os escandalice: las deudas de las entidades públicas no son tan malas como dicen los periódicos. Son mucho peores, porque han decidido… dejar de contabilizar las facturas. Es la ley del cajón.
Pues es una orden que viene de arriba, cuando se superan los presupuestos, se superan los recortes, se sigue gastando de todas maneras… por buenas o malas razones, se llega al tope ¿y entonces? Técnica del avestruz. Pero en vez de enterrar la cabeza en la arena, se entierra la factura en un cajón, y a correr. Y mientras la gente tenga paciencia, no se descubre el pastel.
Tú has pagado tus proveedores, sueldos, IVA, IRPF, alquiler, luz, agua, teléfono, ADSL, intereses del banco… y mientras, ¿tu factura?
Tu factura estaba de parranda. No lleva meses (años…) esperando pacientemente que le llegue su (cronológico) momento, sino que está en un limbo perdido de lo que nunca debería haber existido. Es la noche loca del gasto, es la cana al aire que se quiere olvidar. Y luego llegamos los proveedores a intentar cobrar, con el bombo de los intereses de demora. Que buena suerte a todos con eso.
Ojalá tuviera la receta, porque cogería menos disgustos. He aquí algunas buenas prácticas (que valen para otras situaciones de cobro difícil):
¿Y vosotros, hay algo que os funcione?
+ info:
Al final todo depende de tu forma de ver el mundo y de la gente con la que te juntes.
No observes el objeto de tu deseo durante veinte años. Haz algo hoy.
En resumen: No busques modelos negativos. Cree en ti. Trabaja bien, y VIVE. Valora tu trabajo, analiza el mercado y fideliza a tus clientes resolviendo sus problemas. Sé creativo, proactivo y positivo.
Mañana a las 18:45 en el Hotel Nelva de Murcia estaré en el Foro de Internacionalización de la Empresa, impartiendo una conferencia práctica, informal y realista con Rober Sáez, de Speen2. Hablaremos de nuestra experiencia en Silicon Valley con los Yuzz y lo que hemos aprendido desde entonces, que no es poco.
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