There is fire on the mountain and nobody seems to be on the run.
Oh there is fire on the mountain top, and no one is a’ running. […]
So you say you have a lover and you love her like no other
So you buy her a diamond that someone has died on
don’t you think there’s something wrong with this?Tell me, who’s responsible for what we teach our children?
Is it the Internet or the stars on television?
La gente me pregunta qué cómo aguanto el ritmo, y mi respuesta suele ser: no lo aguanto. Pero cuando reviento, paso unas horas/días malos y sigo adelante.
No es broma.
Tengo que aprender a dosificarme, y es una habilidad difícil de adquirir.
Más habiendo tantas cosas interesantes por hacer en el mundo, o tantas cosas que hay que hacer.
Sin embargo, cuanta más imaginación tienes, menos triste deberías ponerte por todo lo que se te ocurre pero no existe (aún, o no existirá). Si no, tu imaginación te estaría saboteando la vida.
Una parte importante de la productividad es parar de hacer cosas, decir que no, decidir no hacer nada. Es un fallo mío que he descubierto hace poco: me cuesta ver algo que está mal y dejarlo pasar (but honey, there’s someone wrong on the Internet!)
Hay veces que las cosas van bien, y entonces tengo esta sensación de que yo me muevo y el mundo a mi alrededor sigue extrañamente inmóvil. Suceden cosas y la gente no reacciona. Mandas cosas a hacer y… no se hacen. Pero realmente no puedo ocuparme de todo, así que algunas cosas van mejorando, y otras no. Voy a intentar mejorar la manera en la que elijo lo que se hace y lo que no, eso sí.
A Jailer la llamo el «topping from the bottom hymn«. Por alguna razón, han puesto el Fire on the mountain al final de Jailer.
I heard my baby say
«I wanna be president.
I want your money
for my government».
El día de la nevada del 83 fue el que me mudé a Murcia por primera vez. Mi padre había conseguido trabajo (en Maristas, enseñando filosofía) y yo aún era hija única. Fue el día siguiente a su cumpleaños. Dos chavales de 25 años con una niña pequeña veían sus cuatro muebles llenarse de nieve
A ver, lo primero el amor. Me ha emocionado este vídeo, sobre todo (curiosamente) ver las fotos de las bodas. Cuando los políticos se ponen a rajar del matrimonio gay, seguro que no están pensando en joderle el día de su boda a tantas y tantas personas. «Fidelity»: Don’t Divorce… de Courage Campaign enVimeo. Quizá
Soy una fan de estrenar, y nunca he entendido a los que intentan aferrarse al estado de nuevo de las cosas. Lo mejor de las cosas es usarlas. Jamás entendí a las niñas que guardaban las muñecas en las cajas, con todos sus complementos, tal y como estaban cuando les quitaron el papel de regalo
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