Lo bueno de hacer fotos a las cosas es que duran para siempre. Bueno, vale, mientras dure la foto. Esta semana, capuchinos y helados de Roma. Valga este ramo de aperitivo.
«El mejor momento de las cosas es cuando no han pasado / porque luego lo único que puede hacerse / es comentarlo» (dice Astrud, yo siempre digo «recordarlo»).
Hay una niña de once años. Es la niña del libro. Es una chica con gafotas heredadas, en plan Toro Sentado, con una falda azul hasta los tobillos y un libro donde se cruzan las piernas. Lleva una coleta negra y me mira.
From a Google+ conversation: Ramón Nogueras: That is completely and absolutely untrue, unless you admit that anyone other than you has control over your feelings. Words have only as much damaging capacity as you want to give them. Ignacio Torres Masdeu: The exchange of power is part of many social contracts. But many times we
El otro día en Madrid me duché, me puse un vestido bonito, y en el sofá de un amigo con una mantita me dispuse a leer The Casual Vacancy, el nuevo libro de J. K. Rowling, que había salido ese día. Las últimas sesenta páginas me las acabé anoche.
Comentarios