¿Y cuando todos los caminos te han llevado a Roma, a dónde vas después? ¿Y cuando ya estás en Roma, a dónde llevan todos los caminos? ¿de vuelta?
Roma es, para empezar, larga de explicar: y además, está esperando detrás de la puerta del hotel. Estoy escribiendo mucho, sobre papel y a pesar del calor, la pasta, los helados, la noche en blanco, la cerveza fresquita y el vino blanco afrutado. Quizá escriba más aquí, quizá no. Mientras, pongo dos fotos de ayer que me han gustado. La de arriba es la ciudad Vaticano y alrededores desde el Ponte Sant´ Angelo. Abajo, una que he llamado Bendito turismo, tomada en la Plaza de San Pedro. Curiosidad: hablaban español.
Mes: mayo 2008
-
Todos los caminos te han llevado a Roma
-
A vueltas con la monomaternidad
Llevo ya un día entero pensándolo, y en realidad yo podría, siguiendo la letra, presentarme a la subvención como familia monomarental. De hecho, cualquier pareja heterosexual con hijos podría considerarse una familia monomarental, ya lo dice el dicho (y repetí yo ayer) madre no hay más que una. En propiedad, hay dos excepciones:
- el caso de las parejas de lesbianas con hijos, que siguiendo la línea del ministerio serían familias bimarentales
- el caso de las parejas de gays con hijos, que siguiendo la línea del ministerio serían familias… ¿biparentales? ¿bipaternales?
Oh, caramba. Encontramos aquí un problema, porque en realidad todas las familias en las que haya dos unidades parentales (¡como en la película de los Caraconos!) son en realidad biparentales. La verdad es que dudo que la gran mayoría, cuando dice «mis padres», se refiera sólo a los hombres que han sido figuras paternales en su vida. Esa gran mayoría de las personas que habla de sus padres se refiere a su padre y a su madre, un hombre y mujer, que es el caso más extendido hasta ahora. Y tus padres no se ofenden por eso. No creo que el caso más extremo siquiera (una pareja de lesbianas) se ofendiera por ello, aunque sería interesante investigarlo.
Estaba pensando ¿una pareja de lesbianas que se divorcia, y comparte la custodia, se convierte en dos familias monomarentales? Eso doblaría las posibilidades de obtener la subvención.
§
No puedo publicar esto sin publicar un comentario sobre la foto que lo ilustra, a saber, un mini póster fascista (sí, aunque no lo parezca) que me he encontrado varias veces por Cartagena. Para los que tengáis algún problema para ver la foto, os la describo. Es una maestra de escuela ante una pizarra en la que se lee:
- Paco y Ramón son novios
- Las razas no existen
- España es mala
- Ana tiene dos mamás
Pongo la foto porque cada vez que lo leo me dan ganas de firmarlo. Me llena además de felicidad que todas las frases sean gramaticalmente correctas y carezcan de faltas de ortografía (aunque tipográficamente les falta el punto al final). Por supuesto hay una parte debajo en la que se protesta por la debacle, el horror, el Apocalipsis, los tiempos modernos y demás, pero no lo saqué en la foto porque para qué. Es más graciosa así.
Quizá la frase me gusta menos es «España es mala», que me recuerda a aquella de Chomsky, la de «Colorless green ideas sleep furiously» (ideas verdes incoloras duermen furiosamente). Es gramaticalmente correcta, pero un sinsentido en el fondo. ¿Puede un país entero ser malo? ¿o bueno? ¿EEUU es malo? ¿China es mala? ¿Rusia es buena? ¿bueno o malo para qué y respecto a qué? Hay cosas malas en España, como la gente que tiene faltas de ortografía, y cosas buenas, como la tortilla de patatas (¡con cebolla!). Seguiremos informando.
-
Familias monomarentales: ¿porque madre no hay más que una?
Esta mañana he llegado al trabajo y María me ha puesto al día de la última subvención. Me leía los criterios de baremación de una convocatoria de subvenciones, en concreto la del programa del Instituto de la Mujer que han dado en llamar «Emprender en femenino» (nombre con el que no me meteré aún). Si os interesa la subvención en sí, está en la página 23758 del BOE (Lunes 19 de mayo de 2008, BOE núm. 121). A lo que iba: estaba María leyendo los criterios, e íbamos haciendo la suma mentalmente (con pocas esperanzas):
—Pertenencia a alguno de los siguientes sectores: industria, no; construcción, no; tecnologías de la información y la comunicación…
—Bueh, quizá.
—… sector tecnológico (I+D), desarrollo sostenible… la conciliación de la vida laboral y familiar…
—Podría ser.
—… pero como servicios a personas dependientes…
—Ah, pues no.
—… medidas o planes de igualdad entre mujeres y hombres; el fomento del desarrollo local; la memoria del proyecto (pero sólo hasta 1 punto) y la pertenencia a alguno de los colectivos preferentes siguientes, a saber…
—¿Lo de siempre?
—Víctimas de violencia de género, discapacitadas, inmigrantes, familias mono… monomaren… ¡monotrema! ¿ornitorrinco?
[en este momento pone cara de haber salido de Matrix para encontrarse, de repente, con que el mundo real es en realidad ese prado surrealista de los Teletubbies, y que un ornitorrinco la mira, en plan animal del poder, y le dice «¡deslízate!»]
—¡No, no, pone mo-no-ma-ren-tal! ¡Monomarental! ¡No monoparental! Tiene cojones. Están dando subvenciones a mujeres, y tienen que especificar que es mono-marental, no mono-parental.
—Claro María, es que son monomarentales. Ya sabes, porque madre… no hay más que una.
Lo que hay que leer. ¿Qué será lo siguiente, los parientes y las marientes? Y además por ley, en el BOE. Si es que ya lo dijo Don Arturo, bueno, y Cicerón:
-
Este domingo es…
Este domingo es Pentecostés, le comentaba hace un rato a mi compañera María.
—¿Y por qué es eso relevante? —me contestaba ella.
—Porque en cualquier momento puede abrirse una ventana, y a través de ella pueden entrar grandes lenguas de fuego, posarse sobre nuestras cabezas, y darnos la capacidad de hablar todas las lenguas del mundo.
—Deberías escribir sobre eso.
—Sí, y podría decir: «y mientras esperáis este feliz momento, en Matiz proporcionamos un servicio muy parecido».
Fuera de bromas, el fenómeno bíblico que forma parte de Pentecostés se llama xenoglosia. Aunque un fenómeno parecido (sin las lenguas de fuego, claro) está documentado en tiempos actuales, aún no se ha probado científicamente que el idioma en el que parece que hablan lo sea en realidad. Esto se suele deber a que en ese momento no hay presente un hablante nativo del supuesto idioma:
—Sí, sí, y se puso a hablar en en bengalí coloquial.
—No, era más bien afrikaans culto.
—Estoy parcialmente de acuerdo contigo, pero yo diría que era más bien neerlandés.
A menudo me encuentro con personas que parecen creer esta hermosa historia. Sin embargo, no comprenden lo milagroso del asunto: en su mente, todos los idiomas se aprenden instantáneamente y sin esfuerzo, se diría que también gracias al Espíritu Santo. Por desgracia, salvo intervención divina directa, no es así, y normalmente es necesaria una inversión en esfuerzo y tiempo que puede durar entre cinco y diez años por idioma. Esto por supuesto varía dependiendo de varios factores por nombrar algunos:
- Tu edad. Si eres un niño, aprenderás el idioma. Y punto. Probablemente, en mucho menos de cinco años. O de dos. Un libro muy interesante al respecto es El instinto del lenguaje (The Language Instinct, de Steven Pinker, ISBN del español 9788420667324).
- Cuánto se parece tu idioma al idioma que intentas aprender. Por ejemplo, para un español no es lo mismo aprender catalán, italiano o portugués que alemán, japonés o sueco. Hay puntos extra de dificultad si además tiene otro sistema de escritura.
- El método de enseñanza que utilices. Porque hay métodos y métodos, y algunos son francamente contraproducentes.
- Cuántos idiomas has aprendido formalmente antes. Esto tiene que ver el punto anterior. Una vez que has aprendido un idioma es mucho más fácil aprender el siguiente. Personalmente, recuerdo haber sentido una especie de desbloqueo cuando por fin comprendí que las cosas podían escribirse en distinto orden, y leerse de diferentes maneras. Parece una tontería, pero para la siguiente vez ayuda. Tu conocimiento de la gramática es más profundo, y estás más abierto a las distintas maneras de expresar las cosas. Otras reglas que hayas aprendido podrán además aplicarse al idioma nuevo. En ese momento ya sabes que habrá verbos auxiliares, irregulares, separables, casos gramaticales, y que las excepciones tontas pueden ser la diferencia entre comunicarle a alguien lo que quieres decir y ser el chiste que contarán a sus nietos.
[Más fotos chulas de fuego, como la de arriba de Darbchapster, pero de otros autores]