Nicaragua, con tus propios ojos (III): poesía, Darío y Borge

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Una respuesta a «Nicaragua, con tus propios ojos (III): poesía, Darío y Borge»
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[…] habíamos quedado hablando delante de los monumentos de los grandes líderes de la revolución. Mi padre me hablaba en su día de la falta de mandos […]
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