Etiqueta: libros

  • Dónde estaba cuando estaba de vacaciones

    Como ya dije por ahí, esta primavera fuimos a Río de Janeiro. En concreto nos quedamos en Ipanema, en un apartamento fantástico, con vistas al Cristo del Corcovado en obras cubierto con andamios, así es la vida 🙂 aunque aún sin grafitti y sin que prohibieran la entrada, como sucedió poco más tarde.

    Llovió e hizo mal tiempo algunos días, pero no tanto como una semana después de volvernos, con las inundaciones y desprendimientos. Así que las fotos en las que estamos con nubes negras en el Corcovado son extrañamente inquietantes, por un lado (se avecina la tragedia) pero curiosas porque estamos con cara de «uuh, qué desastre, qué oportunos somos», cuando lo peor estaba por llegar y nos íbamos a librar por los pelos. Nuestro avión fue de los últimos que salieron, aunque pasó una hora en la pista, esperando, por la lluvia. También nos libramos por muy poco de lo del volcán de Islandia.

    Y en todas las esperas, las siestas, las horas de dormir… estuve en los siguientes libros. Estando en verano, tenéis un libro empezado, tenéis excusa para cerrar el navegador y pasar de largo. Pero no os lo recomiendo. Lo que recomiendo es que compréis más libros de los que debáis, y leáis más de la cuenta.

    The Graveyard Book, de Neil Gaiman

    graveyard

    Le tenía muchas ganas al libro de Neil Gaiman, pero no lo había podido encontrar en inglés en España (a pesar de que he estado de librerías por ahí). Tiene una pila de premios bastante considerable, y al leerlo te das cuenta de por qué. Va de un niño que crece en un cementerio, a medio camino entre el mundo de los vivos y el otro. El resto, es mejor leer el libro.

    Por algún motivo, me da miedo meterme en páginas como Amazon porque tengo muchos libros por leer y una tarjeta de crédito. Vas cogiendo uno, otro y otro y ni siquiera pesan. Un peligro, vamos.

    Las ilustraciones de Dave McKean son increíbles, en lo que expresan con pocos trazos, y en cómo se integran con el texto.

    He intentado que mi hermano (16 años) se lo lea también en inglés, con un éxito bastante limitado de momento. Pienso que si quiere sacarse el First el nivel debería de ser suficiente, pero puedo estar equivocada. No es el único que quiere revitalizar su inglés en mi entorno, así que os lo recomiendo en cualquier caso.

    Middlesex, de Jeffrey Eugenides

    middlesexEste es uno de los únicos libros medio potables que encontré ya allí, o eso pensaba yo. Pero es un libro realmente memorable, de los que cierras y dices, «Caramba, me he leído un Buen Libro«. Tanto, que lo empecé de nuevo y me leí gran parte del principio para volver a visitar algunas de las cosas que se habían resuelto al final.

    Para los que oigáis hablar de él por primera vez (y tampoco os gustara Las Vírgenes Suicidas, la película) ganó en su día un Pullitzer y está considerada como una de las candidatas a «novela americana» esto es, de las que tratan de captar el espíritu de los EEUU. Y es curioso que lo sea, porque trata del viaje genético de la alteración de la 5-alfa-reductasa desde el Asia Menor de la invasión griega hasta Detroit (no menos). Me resulta curioso, puesto que finalmente es un libro sobre la identidad y la ambigüedad, y no es, en ese sentido, lo que uno consideraría el centro de la historia americana típica. Pero quizá por eso tiene sentido.

    El principio me recordó a Birds without Wings de Louis de Bernières, que me encantó también y comienza en el mismo sitio, en el mismo momento histórico, y también está asociado a una peli con fama de muy flojilla (La mandolina del capitán Corelli, que está basada en otro libro de Bernières).

    Lullaby, de Chuck Palahniuk

    lullabyLullaby habla sobre el poder de las palabras… ¿y si pudieras matar a alguien recitando una poesía? (de manera no figurada) ¿Cuántas veces podrías reprimirte?

    Para el resto, lean el libro…

    Por supuesto, no es raro que me llame la atención un libro sobre el poder de la palabra justa en el orden adecuado. Pero creo que, como novela, puede tener interés para otro tipo de personas, sobre todo por la parte de la magia y demás (que no suele ser un ingrediente de Palahniuk, en realidad).

    Diría que precisamente por ese uso de la magia es un libro que puedes usar para pasar de Palahniuk, que habla normalmente de vidas corrientes con decisiones clave, a Neil Gaiman, que habla de lo corriente en los mundos extraños (esto es una ocurrencia mía y está abierta a debate). A mí me ha recordado un poco a Anansi Boys, pero no sabría decir exactamente por qué. Claro que puestos a recomendar, os recomiendo Anansi Boys, American Gods, Fragile Things (o la selección más infantil M is for Magic), Jonathan Strange & Mr Norrell, y esencialmente todos los compañeros de estantería de esta novela ahora mismo.

    Invisible Monsters, de Chuck Palahniuk

    invisible_monstersCon este (un libro con mucha técnica, pero muy chulo) ya empiezo a haberme leído un gran porcentaje de los libros de Palahniuk, y el resultado es que tendré que empezar a ponerlo en mis listas de autores favoritos. Me gusta mucho cómo trata a sus personajes y sus tramas, cómo le da la vuelta a las situaciones y presenta las cosas. También recomiendo vivamente a todo el que pasa por mi casa que se lea «Non-Fiction» con artículos periodísticos/autobiográficos/sobre escribir suyos. Y sobre todo, la introducción, que cuenta cómo es el ciclo de escribir continuamente, y tiene partes que son muy citables y muy chulas. Si has venido a mi casa últimamente, y hemos pasado un rato delante de los libros, probablemente te he obligado a leer esto…

    If you haven’t already noticed, all my books are about a lonely person looking for some way to connect with other people.

    In a way, that is the opposite of the American Dream: to get so rich you can rise above the rabble, all those people on the freeway or, worse, the bus. […] An environment you can control, free from conflict and pain. Where you rule. […] We get there, and we’re alone. And we’re lonely.

    After we’re miserable enugh —like the narrator in his Fight Club condo, or the narrator isolated by her own beautiful face in Invisible Monsters— we destroy our lovely nest and force ourselves back into the larger world. In so many ways, that’s also how your wite a novel. You plan and research. You spend time alone, building this lovely world where you control, control, control everything. You let the telephone ring. The emails pile up. You stay in your story until you destroy it. Then you come back to be with other people.

    If your story world sells well enough, you get to go on book tour. Do interviews. Really be with people. A lot of people. People, until you’re sick of people. Until you crave the idea of escaping, getting away to a…

    To another lovely story world.

    And so it goes. Alone. Together. Alone. Together.

    En estos sitios estuve mentalmente, y estuvo bien descansar.

    Alone. Together. Alone. Together.

  • Más vale

    En el despacho [de la consultoría que fundé] había un cuadro del Tío Sam cuando reclutablan soldados, que en vez de decir «We want you for the US Army», proclamaba: «Más vale que se te ocurra algo».
    Leopoldo Abadía

    La crisis ninja y otros misterios de la economía actual, Barcelona 2008, Espasa-Calpe. ISBN: 9788467030150

  • Un vistazo a mi mesilla de noche

    Life of Pi, by Yann Martel: ilustración de Tomislav Torjanac

    A lo que hay encima, que es lo más interesante: libros, libros, y más libros. Llevo un tiempo queriendo escribir sobre el caótico batiburrillo curioso conjunto libros junto a los que duermo, y a veces incluso, leo. Sin embargo, van cambiando a menudo y normalmente no me parece que sean material de blog, por decirlo así, porque llevo mucho retraso con respecto a los libros que quiero leer y para cuando los he leído, está prácticamente todo dicho sobre ellos. Quizá la validez de esto, como mensaje, sea que a través del conjunto de ellos digo algo sobre mí. Aquí van, pues, mis libros para estos días de lluvia:

    • Life of Pi, de Yann Martel (Man Booker Prize 2002, bla, bla, bla, crítica del NYT). Oh, este libro es buenísimo. Lo recomiendo mucho y cuento poco. Baste decir que va de un curioso naufragio: que está muy bien escrito; que es original; que nada de lo que dice me ha dado una patada ideológica en el hígado; y que te trata muy bien como lector. Si lo regalara a alguien, no elegiría el que tengo yo, sino la versión ilustrada de Tomislav Torjanac, porque las ilustraciones realmente me han impresionado. La otra opción sería comprarme yo el bonito quiero quiero quiero ilustrado y regalar el cutre de bolsillo que tiene una historia conmovedora de espera en un aeropuerto… hmm…
      • Qué me ha llegado: el sentirme identificada con el libro, y además en un momento concreto: náufraga en un aeropuerto, frente a la puerta que decía: sala de meditación.
      • (Antes de cruzarla me imaginaba una gran sala inespecífica, con moqueta, luces bajas, donde, efectivamente, se pudiera meditar, hacer yoga, pensar sin ruido. Al cruzarla me encontré frente a tres puertas, al estilo de la segregación por género de los cuartos de baño y aproximadamente igual de acogedoras. Tenían una cruz, una estrella, y una ¿luna? No sé, había sandalias al lado, en un pequeño estante. Anécdota: la única que estaba cerrada y vacía era la de la cruz. De repente me sentí aún más triste, y me fui.)
    • La guía de París de Lonely Planet.
      • Bah. La elegí porque, debido a una serie de catastróficas desdichas, (que incluye comprar 6 billetes y usar 2), mi estancia iba a durar sólo tres días y por prudencia sería más low cost. Normalmente elijo la de DK o El País Aguilar, y tengo, así de un vistazo en primera fila de la estantería, Vienna, Budapest, Greece: Athens and the Mainland y Berlin de DK y España y Roma de El País Aguilar. Estas guías hacen muy bien la parte del arte y la historia: la fotografía es preciosa y están bien ilustradas. Tienen planos en 3D para pasear y que te orientes en los museos. Sin embargo, en cuanto a gastronomía, su enfoque suele ser ciertamente en el Bulli se come bien, no se lo pierda, lo cual si bien es cierto, no es muy práctico. Especialmente cuando ya has superado el presupuesto del viaje y todavía estás esperando en el aeropuerto. Así que con una en cada mano, en un autoservicio de libros de Barajas me llevé la de Lonely Planet esperando una lista de sitios en los que se pudiera comer rico y razonable, ver los sitios obvios, pasar una tarde en el Louvre, y fin.
      • Lo bueno: sí que los contenía.
      • Lo malo: necesitabas ir al menos a tres páginas distintas para localizarlos en el plano. Pasé más tiempo perdida por la guía que perdida por París.
      • Conclusión: si no hubiera apuntado en el plano las recomendaciones personales de un pintor venezolano que conocí en el Louvre, la regalaría.
    • El lunes lo pasé enterito en Charles De Gaulle, experiencia que debo agradecer a una huelga de trenes. Pero aproveché, y eso mejoró muchísimo el día, para leer No valgo para vender, de Eloísa Martínez Santos (Ediciones Obelisco, Madrid 2007, ISBN: 978-84-9777-385-0, 192 páginas).
      • Qué andaba buscando: un libro que me explicara por qué todo el mundo vende con naturalidad y comodidad, menos yo.
      • Lo que descubrí: que mucha gente, como yo, tiene sentimientos contradictorios respecto a la actividad y profesión de las ventas. Que hay muchísimas cosas que estaba haciendo bien. Que es común, que se puede superar y que, como todo, es cuestión de trabajo y sinceridad. La verdad es que me animó mucho y ya lo he incluido en la biblioteca de Matiz (nota mental: publicar una foto, de cerca, de la estantería de la oficina).
      • Lo mejor: el entusiasmo contagioso de la autora y los consejos de sentido común.
      • Más: aquí hay un artículo de la autora que es prácticamente un resumen del libro. Va al grano, pero claro, ya no están las citas memorables ni las anécdotas divertidas.
      • Mi resumen: el mejor curso de ventas que he hecho. Coste total: 11€.
    • El siguiente que voy a leer sobre ventas: 12 pilares de la venta, de Barry Farber. Opinaré… cuando lo haya leído, claro. (Empresa Activa, 2005, ISBN: 84-95787-86-5, 217 páginas).
    • Shogun, A novel of Japan, de James Clavell. Un clasicazo (de 1975, el año: de 1152, las páginas) que me está encantando, prestado por María. Como me ha hecho saber con claridad y firmeza que aun siendo un libro de bolsillo le tiene cariño y es especial, lo tengo forrado con las tapas de una revista vieja de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Murcia, que pone:Jóvenes empresarios: talento y motivación. Es un extraño recordatorio… y oye, es papel satinado mate de alto gramaje que de otra manera iba directo al contenedor azul. (Tercera edición, Dell 1986, ISBN: 0440178002, 1152 páginas de placer).
    • La semana laboral de 4 horas, de Timothy Ferriss. (RBA 2008, ISBN: 978-84-9867-205-3, 367 páginas). Porque si consiguiera trabajar 20, ya sería un éxito. Me gusta del libro los consejos prácticos para guiarte y guiar tu empresa por objetivos, y por objetivos además tangibles. [publicidad subliminal ON] ¡Ejecutivos del mundo, subcontratad la traducción! [publicidad subliminal OFF] Está traducido además por una compañera de lista de traducción, María Rodríguez de Vera. Por cierto, gran trabajo. 🙂
    • Adiós Cataluña, de Albert Boadella. Mi madre, en su infinita sabiduría, me ha prestado este libro de y sobre el fundador de Els Joglars. Libro en el que, como al parecer es su costumbre, no deja títere con cabeza en ningún frente. Me están gustando sobre todo las anécdotas en las que reproduce cartas que ha escrito. Soy gran fan de las cartas que dejan las cosas en su sitio con humor, y en general de todo género extremadamente bien escrito. Tengo además gran simpatía por los que se lanzan de cabeza contra los camiones de dieciséis ejes de lo establecido, y, además, se lo pasan bien. Esto en mi opinión lo tiene en común con Timothy Ferriss, con el mérito añadido de llevar toda la vida en ello y enfrentarse a gobiernos, oposición de turno, medios de comunicación y poder religioso. (Espasa Calpe 2007, ISBN: 9788467026351, 284 páginas).
    • Professional English in Use: FinanceSi pensábais que la ratio de friquismo lingüístico de este artículo era más bien baja, pensad de nuevo. De Cambridge University Press:

      Mi idea es no sólo aplicarlos a mi trabajo actual, sino también usarlos en Matiz como referencia para que podamos no sólo aplicarlo, sino explicarlo de manera sistemática, clara, y concisa.

    Mirándolos, casi tengo ganas de que llueva unos días más. Casi.
    Espero que os haya gustado cotillear en mi mesilla… ¿qué tenéis vosotros?