Etiqueta: leer

  • Cómo no escribir

    Tipos en Cartagena

    Claramente, dejándolo para más tarde, cuando sea mejor momento. Una pista: nunca hay  mejor momento que ahora. Y entre ahora o nunca, elige bien. A veces toca nunca, a veces toca ahora.

    Hemos tenido un problemilla en casa estas Navidades, y es que mi hermano pequeño ha estado a esto de suspender Lengua. Quiero muchísimo a mi hermano, así que supongo que es por eso que casi lo mato. Quiero decir que me tuve que reprimir para no echarle un broncazo gordo: y aun así me pasé. Hermanito: lo siento. Ya te lo dije entonces y te lo repito ahora. No es por nada, sino porque quieres dedicarte a la filología inglesa. ¡Mi niño, de letras! Que sepas que estoy emocionadísima viéndote estudiar latín y griego antiguo. Casi tanto como cuando tocas a la guitarra rock clásico y piezas barrocas y politonos frikis la misma tarde.

    Mi hermano es un chico listo que escribe bien y no tiene faltas: la verdad, me parece increíble que no sepa contestar en un examen «qué es una reseña, y haz una reseña de La Celestina». Pero bueno, me callo, me callo ya: seguro que ahora ya no se le olvida. Yo aquí he venido a hablar de mis libros, y a aplicarme el cuento, así que ahí van algunas microrreseñas, la mínima expresión.

    Ya estoy terminando algunos de los libros que pedí en los dos o tres o cuatro últimos pedidos y visitas a la biblioteca. Y de nuevo, como no publique esto pronto se me va a hacer más vieja aún, y ya se me han acumulado bastantes.

    Sobre escribir y crear

    • Stephen King: On Writing
      • Un buen libro con dos partes, una autobiográfica (cómo llegó a ser escritor) y otra sobre cómo escribir. De nuevo un microrresumen de la parte que nos (me) interesa:
        • Escribe.
        • Di la verdad (y en cada mentira, también una verdad)
      • Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Sandra Newman & Howard Mittelmark: How NOT to write a novel
      • Un libro con consejos sobre cómo escribir una novela auténticamente insoportable. Glorioso y divertidísimo. Los ejemplos son además, impagables.
      • Veredicto: igual que al anterior.
    • Hugh McLeod: Ignore Everybody
      • Una versión larga e ilustrada del famoso post larguísimo del autor, sobre cómo tienes que pasar del mundo e ir a lo tuyo si realmente te interesa sacar lo que llevas dentro a la luz. Aplicable a la vida, la empresa, la novela, o incluso a la investigación matemática.
      • Veredicto: se lo estoy leyendo a Pablo en voz alta (así de bueno es) en los viajes. A veces, con traducción a vista, a veces en inglés las cosas mejor escritas. Diez páginas me quedan. Genial. Para tenerlo a mano. Para citarlo de vez en cuando. Para saltarse lo que no se te aplica. Para regalar con un gran lazo a los que intentan crear.
    • Chris Baty: No Plot? No Problem!
      • Del creador de NaNoWriMo, la guía para hacerlo por tu cuenta (o en el propio mes). Muchos consejos útiles y muy inspirador.
      • Veredicto: muy recomendable. Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Jason Fried & David Heinemeier Hansson: ReWork
      • De los creadores de Basecamp (37 signals) y tal, pildoritas sobre el trabajo al estilo de Ignore Everybody, Linchpin, y demás. Lo dice Seth  Godin en la portada: Ignore this book at your own peril (ignora este libro bajo tu propia responsabilidad) y tiene razón.
      • Veredicto: muy recomendable para emprendedores (y emprendedores internos dentro de su propia carrera). Leer: sí. Releer: sí. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también.
    • Mark Twain: How to tell a story
      • Un conjunto de artículos vagamente relacionados con la escritura, en edición bilingüe.
      • Veredicto: ¿habíais oído hablar del libro? ¿no? Pues eso. Anecdótico y tal. La traducción, correcta las veces que la miré, aunque más encorsetada que Twain. Claro que entiendo que Twain impone, así que no he dicho nada. Por cierto que el «story» es más chiste que cuento.

    Miedo real, miedo imaginario

    • Gavin de Becker: The Gift of Fear
      • Hay dos tipos de cosas que identificamos como miedo: la preocupación (ruido inútil) y el aviso de alerta de nuestro cerebro reptiliano (útil). Aprende a distinguirlos para aprovechar el útil y vivir sin miedo (hasta que lo necesitas). También como te ayuda a entender las motivaciones de la violencia en general, con lo que también me daba ideas para crear malos creíbles y con los que te puedas identificar. Gavin de Becker es un experto en seguridad de primera línea, véase aquí.Un ejemplo:
      • I do not oppose contingency planning. I do oppose time-wasting, however, and in my firm, in my life, and in your life, everything we give energy to takes energy away from something else. Accordingly, we are wisest to put our resources where they’ll be most likely to return some benefit. (Gavin de Becker: Apocalypse Not Now)
      • Veredicto: no es en absoluto el tipo de libro que suelo leer, pero me ha resultado imprescindible para todo adulto. En serio.
    • Stephen King: Full Dark, No Stars
      • Cuatro historias largas de Stephen King, con el hilo conductor del castigo, el algo a cambio (retribution), además de un apéndice diciendo de dónde las sacó.
      • Veredicto: Muy bueno. Como siempre. Ambas cosas: bueno y como siempre.

    Ficción

    • Chuck Palahniuk: Tell All
      • Una novela sobre el canto del cisne de una actriz en decadencia, contada como un largo artículo de cotilleo a lo Elvira Lindo en Tinto de Verano, citando nombres en negrita y tal.
      • Veredicto: insufrible. No sé lo bastante de cine clásico, pero vamos, ha sido un sufrimiento. La idea es buena, buenísima incluso, pero todas las referencias me pasaban volando, como dicen los ingleses, por encima de la cabeza. Para que veáis que no me encanta todo lo que leo, ni siquiera cuando el 100% de lo que he leído antes del autor me entusiasma. Pobre del traductor al que le toque.
    • Nick Hornby: High Fidelity
      • Había visto la película pero me ha sorprendido, y además animado a leer el resto de Nick Hornby. Y que haya escrito esta lista tiene que ver. Y tendré que mirar en Spotify las canciones.
      • Veredicto: recomendable a pesar de que mi paciencia para historias románticas es muy limitada, pero ha conseguido atraer mi atención a pesar del tema y eso es meritorio. Leer: sí. Releer: quizá. Regalar: sí. Quedarme otra copia: también, y además es lo que hay porque lo he leído en el Kindle.
    • Nick Hornby: Juliet, Naked
      • Me encanta cómo juega con las perspectivas de los tres personajes en esta novela. Como soy ultrafan de algunas cosas, me identifico con uno de ellos (pero también con el resto, argh). No os cuento nada porque es mejor leerla, pero vaya: un músico, un ultrafan, y la mujer del ultrafan. La he disfrutado mucho. ¿Qué más queréis?
      • Veredicto: léase.

    Y como quiero que leáis más cosas que escriba, lo dejo aquí por hoy. Otro día, más. Se queda en el tintero hablaros de once libros más:

    Dos que ya me he leído:

    • Carlos González: Un regalo para toda la vida.
    • Carlos González: Bésame mucho (recomendado a todos los padres, incluso a los de tiempo parcial)

    Dos que estoy leyendo ahora mismo:

    • Josh Kaufman: The personal MBA
    • Tim Ferriss: The four hour body (pero sólo porque lo está leyendo Darío Pescador y me ha picado)

    Tres que me está costando acabarme:

    • Madelyne Simone Rovenhauer: The Nasty Little Writing Book (buena idea, mal llevada)
    • Terry Pratchett: Nanny Ogg’s Cookbook (me da hambre)
    • Seth Godin: Linchpin (pero en teoría debe costar, va de «la resistencia»)

    Cuatro que me quedan por leer:

    Enlazaban el otro día en el Facebook de Greenpeace a un artículo que decía lo siguiente:

    La industria papelera se publicita con mensajes como «sólo leyendo más de 33 e-books de 360 páginas cada uno durante el ciclo de vida de un libro electrónico esta opción puede resultar preferible al papel desde el punto de vista de la mitigación del cambio climático».

    Y yo pensé ¿33? ¿y ése es el gran argumento de la industria papelera? Es ridículo. Probablemente vaya a leer eso este año.

    Y me dije: qué tontería. Voy a leer 33 libros este año con toda seguridad.

    Y luego pensé: más vale que los elija bien, por eso de que los libros que lees acaban configurando quién eres. Así que pedí consejo sobre un tema que tengo descuidado: la ciencia ficción. Ya me han hecho una preselección MaríaMultimaníaco: para otro artículo da, seguro. Y para leer 33 libros más.

    Tus libros dicen quién eres. A veces, para bien y todo.

  • 2011

    2011

    Hice hace poco una lista de resoluciones a posteriori para 2010. Sé que es trampa, pero es mucho más gratificante.

    La verdad es que 2010 ha traído más de lo que me habría atrevido a soñar a estas alturas del año pasado: una nueva socia, cambiar la forma jurídica de Matiz, tener un hijo, perder peso (atentos a estas DOS cosas anteriores, simultáneamente), tomarme unos meses de descanso de la dirección de la empresa, echar a rodar Júramelo (que antes no tenía nombre), cambiarme al Mac, hacer deporte sistemáticamente, aprender a hacer sushi, volver a estudiar música (¡clases de canto!), escribir casi media novela, escribir con regularidad en el blog, volver a leer por placer en grandes cantidades.

    Visto todo en conjunto, y sabiendo que ha ocurrido ya, apenas me lo puedo creer. Parte de la felicidad que me embarga últimamente (porque últimamente soy muy, muy feliz) se debe a que ya no me siento tan atascada otras cosas, que consigo las cosas que me propongo. Por fin tengo sueños nuevos y no me angustia no tener un plan B. No sé si es que ya no me angustia no tenerlo o que en el fondo ya lo tengo, pero ahí está, y feliz estoy.

    2010 parece además el año karma necesario para hacer media con 2008, un año que tuvo momentos buenos y rachas horrorosas y terroríficas. Finalmente las cosas a las que uno tiene miedo (abandono, fracaso, frustración) no son tan malas cuendo se te vienen encima como cuando tú te autoflagelas anticipándote a ellas. En cierto modo cuando algo ha salido mal es un alivio que haya salido mal ya, y poder por fin pensar en otra cosa. Y cuando por fin puedes pensar en otras cosas, puedes hacer otras cosas.

    Me está gustando mucho esto de escribir.

    Sé que suena a obviedad viniendo de una traductora, pero no me había puesto a buscar placer en algo que claramente se me da bien. Siempre he dedicado mi tiempo a aprender a hacer otra cosa (tango, cantar, dibujo), quizá porque me encanta la sensación de aprender algo nuevo que no se me da bien, a veces más que el hacer algo que ya sé que se me da bien hacer.

    En ese sentido, es igual que la ludopatía y la empresa. Siempre he dicho que la sensación de tener una empresa (de emprender) es parecida a la sensación de estar cayendo en la ludopatía. Para disfrutar ambas cosas te tiene que gustar perder. Mi sensación es que si a la gente le gusta el juego es porque les gusta perder. Cuando juegas, lo que ocurre más a menudo es que pierdes. Obviamente juegas para ganar, pero en porcentaje, sobre todo al principio, sobre todo cuando tiene algún interés, pierdes. A mí no me gusta el juego, intuyo, porque no me gusta perder. En el mismo sentido, para emprender tienes que soportar muy bien perder, porque la mayor parte del tiempo, sobre todo al principio, sobre todo cuando tiene algún interés, en cierto sentido estás perdiendo. Incluso las cosas que salen bien podrían haberse hecho antes, podrían haberse hecho mejor, podrían…

    Quizá no podrían, es cierto, pero la sensación desde dentro se le parece.

    Como mi primer árbol lo planté a los seis años, y en 2010 (y en 2006, claro) he tenido un bebé, supongo que ahora toca el libro (uno de ficción, el plan de empresa no cuenta). 2011 puede muy bien ser el año en el que escriba mi primera novela (o mis primeros 12 cuentos cortos completos). En el que ilustre alguna cosilla.

    Espero merecer otro año como ha sido el 2010. Y os deseo a todos un 2011 tan bueno, al menos, como ha sido 2010 para mí.

  • Sobre escribir

    Stephen King On Writing
    Stephen King, On Writing («Mientras escribo» se llama en español)

    Hay algo bonito en tener algunos libros en papel, dice la que pronto tendrá un Kindle. 🙂 Sobre todo lo que tengo es poco sitio, porque parto con la desventaja de tener cinco mil cómics en casa, una herencia que recibió Pablo y a mí me toca en gananciales… de reparto de espacio (porque las herencias no son gananciales, chicos y chicas, pero el espacio que ocupan sí). Partimos con veinticinco años de handicap friki. Hay adiciones, de todas maneras, que son muy bienvenidas, como este de Stephen King que ha llegado hoy. Por alguna razón salió antes de Amazon y ha llegado después, es una de estas cosas que no tienen una explicación muy clara.

    Me ha encantado esta parte de la segunda introducción (¡se me acumula el trabajo!):

    This is a short book because most books about writing are full with bullshit. Fiction writers, present company included, don’t understand very much about what they do – not why it works when it’s good, not why it doesn’t when it’s bad. I figured the shorter the book, the less the bullshit. (Stephen King, On Writing, second foreword, page xiii)

    Este libro es corto porque la mayor parte de los libros sobre escritura están llenos de gilipolleces. Los escritores de ficción, servidor incluido, no entienden muy bien lo que hacen: ni por qué funciona cuando es bueno, ni por qué no, cuando es malo. Pensé que cuanto más corto fuera el libro, menos gilipolleces tendría. (La traducción es mía).

    Hoy además ha llegado un email de ánimo del programa NaNoWriMo, en concreto de Holly Black, que dice entre otras cosas:

    5) Write for your reader self, not your writer self. You are the best audience for your own work. If you would absolutely love a character like the one you are writing about, if you adore books like the one you are working on, then you are going to know how to make the book appealing—write it like you were the person who was going to read it. Remember the fun bits, the juicy bits, the stuff you linger over in other books—the good stuff.

    5) Escribe para tu yo lector, no para tu yo escritor. Eres el mejor público de tu propio trabajo. Si de verdad te encantaría un personaje justo como el que estás escribiendo, si adoras los libros como el que estás escribiendo, entonces sabrás cómo hacer atractivo tu libro: cómo escribirlo como si fueras la persona que va a leerlo. Recuerda las partes divertidas, jugosas, las partes que atesoras en otros libros; las cosas buenas.

    La verdad es que estoy pasando un poco de miedo con mi propio libro… porque cuando termine las dos escenas que me quedan planeadas no sé por dónde voy a seguir, y me quedan aún 34933 palabras por escribir. En fin, menos quejarse, menos documentarse y más al tajo. Si hubiera dedicado este rato a la novela, me quedarían 34440.