¿Se puede tener más paciencia? ¿Cuánta? ¿Para qué? Hubo una época en la que sentía una presencia en el universo, y le hablaba. Le decía: dame paciencia. Porque no tengo. Solo mucho más tarde escuché el famoso chiste: Señor, dame paciencia… dame paciencia, porque si me das fuerza ¡lo mato!
Los oseznos jugaban sin parar. Era muy divertido verlos, y daban ganas de ir y jugar también (hasta que te fijabas en las zarpas).
Como Murcia es muy pequeña, ya me han mandado por varios sitios que el próximo día 27 de febrero, miércoles, estaré en los Encuentros La Verdad Emprendedores. Es un encuentro para emprendedores (o empresarios) con un formato bastante interesante: tres conversaciones entre dos personas, un empresario con más experiencia, y uno de los noveles como yo (novel que no nobel).
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