There is fire on the mountain and nobody seems to be on the run. Oh there is fire on the mountain top, and no one is a’ running. […] So you say you have a lover and you love her like no other So you buy her a diamond that someone has died on don’t
—¿Qué te llevarías si salieras corriendo de casa? —le pregunté. Acumulamos cientos, miles de «acasos»: las cosas que acumulamos por si acaso. Miré a mi alrededor y me pregunté cuántos acasos no necesitaríamos jamás y estarían mejor con otras personas. —¿Te imaginas que un día tienes que salir corriendo de casa, porque está ardiendo o algo así? ¿Qué
El día de la nevada del 83 fue el que me mudé a Murcia por primera vez. Mi padre había conseguido trabajo (en Maristas, enseñando filosofía) y yo aún era hija única. Fue el día siguiente a su cumpleaños. Dos chavales de 25 años con una niña pequeña veían sus cuatro muebles llenarse de nieve
Comentarios