Como el agua
Del Segura
Me robas de noche
Y me devuelves al cauce
Cubierta de espuma.
Hervida tras la ducha
Bajo mucho menos oscura
Transparente y verde
Las cañas más bien me arrullan
Entre los puentes
Susurro
Nadie sabe de nuestra aventura.
Alguien le gasta una broma pseudo-estúpida a Quique por la calle, cosa que nunca comprenderé. Pablo me mira con cara de «¿tú te has enterado de qué acaba de pasar?» y nuestra telepatía falla por un momento, con lo que me tengo que conformar con expresar mis pensamientos con palabras y delante de los niños.
Hoy es un gran día para salir del armario, pero en la vida, como el Google+, hay muchos círculos y muchos armarios diferentes.
Leía hace poco un consejo para escribir una novela que decía: «escribe sobre aquello que no puedas comentar en la cena».
Al principio no había tiempo ni espacio, pero a lo mejor durante un momentito, todo, todo lo que hay estaba en un sitio muy pequeño, como un dado del parchís.
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