Hoy es un gran día para salir del armario, pero en la vida, como el Google+, hay muchos círculos y muchos armarios diferentes.
Leía hace poco un consejo para escribir una novela que decía escribe sobre aquello que no puedas comentar en la cena. Sin embargo, hay tres temas en los que este blog es claramente pobre, cuando en persona no tengo problemas para hablarlos, ni siquiera a la hora de la cena.
Siempre he visto este blog como una obra sobre mi exploración profesional, con algunos toques personales (¡y reivindicativos!). Quizá por mi percepción de que internet está lleno de trolls a los que no les interesa tu opinión tanto como gritar la suya, nunca escribo aquí sobre estos tres temas:
Claramente es una gran mezcla para mi novela. Supongo que basta que me dijeran que no puedo, para que me pusiera a escribir sobre ello. Y sin duda como activista LGBT, ese nunca es un nunca flojo, porque los tres temas existen de fondo en algunos artículos de este blog, especiamente en aquellos en los que intento que el lector haga algo concreto.
Por cierto que estoy preparando un artículo sobre la T de LGBT, porque una de las cosas que para mí ha marcado este año es la transición de mi amiga Marta.
Pero lo que me fastidia es que, como no hablo sobre estos temas, parece que la configuración por defecto es que soy una señora de derechas apoltronada en un matrimonio monógamo hetero católico. Y no.
Quizá este blog sea más interesante sin espoilers.
It’s just that I think that to explain it would diminish it. David Chase (sobre el final de Los Soprano)
Muchos traductores escribimos blogs profesionales, pero ¿qué escribimos en el blog? ¿Hasta qué punto nos pringamos con lo que pensamos? ¿Decimos la palabra que estamos buscando, o ponemos una versión para juguetes preescolares?
Yo nací en un país del Tercer Mundo, en mitad de una revolución. En mi cartilla de vacunación se lee los niños sanos son el futuro de la revolución. Tenían mucha razón (entonces). Ahora quizá deba empezar la revolución en España, porque han dado un fuerte golpe al futuro del país: a la salud.
Suerte=preparación+oportunidad. Hay gente a la que le toca la lotería y 5 años después sigue igual que estaba. Hay que estar preparado para cuando te toque tener suerte. Hay que tener suerte para que tu preparación se convierta en un factor multiplicador de lo que te ha tocado. Pero lo único que podemos hacer es
Comentarios