Pues como podéis ver los que visitáis la página (y para los que no, arriba hay una imagen) estoy renovando un poco el aspecto del blog, que llevaba ya un tiempo sin actualizar. De momento estoy aún arreglando cosillas, pero como cada vez estoy más convencida de que lo mejor es enemigo de lo bueno, voy empezando y así se queda hecho.
Para empezar, he traducido un tema que me ha gustado: Skeptical (aquí están las instrucciones oficiales detalladas).
Si te gusta un tema (un «vestido», un aspecto) para tu blog y no existe en español, no es el fin del mundo. Traducir un tema de WordPress (y de cualquier otra cosa) tiene dos fases:
Para el caso de este WordPress, el proceso es sencillo porque el .PO ya está creado. Con lo que los pasos siguientes son:
De momento he encontrado que hay un «Your comment» que se queda sin traducir, a pesar de que todas las cadenas del .PO están traducidas. De deberes para mañana lo investigaré más. Mientras, para el que le interese, aquí están el .po y el .mo del tema Skeptical de WooThemes, con el caveat anterior.
Alguien le gasta una broma pseudo-estúpida a Quique por la calle, cosa que nunca comprenderé. Pablo me mira con cara de «¿tú te has enterado de qué acaba de pasar?» y nuestra telepatía falla por un momento, con lo que me tengo que conformar con expresar mis pensamientos con palabras y delante de los niños.
A lo que hay encima, que es lo más interesante: libros, libros, y más libros. Llevo un tiempo queriendo escribir sobre el caótico batiburrillo curioso conjunto libros junto a los que duermo, y a veces incluso, leo. Sin embargo, van cambiando a menudo y normalmente no me parece que sean material de blog, por decirlo
Os voy a contar una cosa que espero os escandalice: las deudas de las entidades públicas no son tan malas como dicen los periódicos. Son mucho peores, porque han decidido… dejar de contabilizar las facturas. Es la ley del cajón.
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