Me llaman del banco a las ocho y media de la noche de un martes después de puente, con la esperanza de que les compre unos fondos estructurados ligados a Telefónica, Vodafone, Hyundai e Inditex. Por supuesto me llama una chavala majísima de sensual voz. Para más datos, para los que gusten de estas cosas, con un cierto acento gallego.
Es el equivalente bancario de la llamada borracha del sábado a las dos de la mañana.
Mi primera reacción después de colgar es, joder, vas a llevarme al huerto ¿y no me invitas ni a una copa primero?
No, no gracias. Hace seis meses necesitaba mi línea de crédito de la empresa y me la quitasteis de debajo de los pies. Ahora no me vengais con historias de eres muy importante para mí, vamos a darnos otra oportunidad.
La frase que más me ha dolido ha sido por supuesto, en ningún momento perdería usted su dinero. Argh. Esto equivaldría a lo de no haremos nada que tú no quieras.
Claro que no.
País…
Nací en el Caribe, crecí en el Mediterráneo, y quiero ver qué me depara California. Quedan cinco días para comenzar el viaje hacia Silicon Valley. Es un viaje que realmente empezó hace unos meses, cuando nos admitieron al programa Yuzz con Júramelo.es, la nueva plataforma de traducción jurada online que llevamos ya dos años cocinando.
¿Por qué seguir? (O por qué parar). En los últimos años he descubierto que es la pregunta del millón. ¿Qué es lo que te lleva a hacer lo que haces? No por qué lo empezaste: por qué lo sigues haciendo. No por qué lo convertiste en una rutina: por qué no la interrumpes. ¿Por qué
Después de repararme a mí misma de la gripe, cual Terminator II (ver final de este artículo), de reparar y configurar el Tablet, y de reparar (y me queda todavía configurar) el OpenSuse, necesito apuntarme estas tres extensiones imprescindibles (para mí) en Firefox: (Nota: ya he escrito antes sobre qué instalo en mis ordenadores). Adblock
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