Es una foto, así que no le hace justicia. Lo siento. / It’s a photograph, so it doesn’t do it justice. Sorry.
Este es mi cuadro favorito de la exposición de David Nesbitt, que no sólo es uno de nuestros traductores y revisores estrella (¡todo el mundo quiere a David!), sino un artista completo. I want to be David Nesbitt when I grow up.
Me gusta el cuadro, y creo que es porque me siento así a menudo, luchando contra cosas que resultan ser… yo misma. Al (futuro Dr) Ingeniero Francisco Joaquín Rodríguez Prados le gustó más Cansancio, pero la foto que tengo no le hace justicia. Deberíamos regalárselo. Yo lo dejo caer.
Está siendo genial este viaje a Granada. Al final desarrollas tolerancia a la ausencia de los amigos, pero cuando por fin te reúnes con ellos, resulta casi insoportable pensar en volver a irse. A mí me llena de ese no-sé-qué, esa sensación de estar vivo y ser libre. Es duro irse después. Pero también estás acostumbrado a irte de Granada. Al fin y al cabo, sabes que vas a volver.
Estamos muy cómodos en este viaje. Cuando estudiaba (suspiro) tradujimos en clase la carta del restaurante del hotel en el que estamos. Y cuatro estrellas es el nivel de lujo que me resulta más cómodo. Es como estar en casa, pero con ilimitadas toallas limpias y baños más grandes.
He pasado por la puerta de mi antigua casa. Y de mi otra antigua casa. Y de mi otra antigua casa. Y he vuelto a entrar en el Ysabel, pero la puerta de mi antigua habitación ya no existe. Luci sí que estaba. Me ha dado besos para Lucía.
Por fin he venido. Necesitaba venir, y no porque necesitara hablar de todo lo que nos está ocurriendo con mis amigos, sino porque necesitaba verlo todo desde aquí y desde sus ojos. Ayuda hablar de este año tan raro, hablar de honestidad, empresa y arte, comunicación, pareja y rupturas, cuidado, familia y cáncer… y luego todo revuelto. Hablar de todo, reírte de todo, encogerte de hombros ante todo, y volver a empezar.
Hay que volver aquí, donde todo empezó, para volver a empezar. Pero no importa. Tarde o temprano, vuelves a Granada. Sabes que vas a volver. Tiraste tu moneda a la fuente. No puedes evitarlo. Y está bien así. Muy bien.
… ¡me ha gustado mucho! Antes de empezar estaba tan emocionada que me temblaban los dedos. La hora se me ha pasado volando (quizá demasiado, tendré que controlar mejor el tiempo). Estoy muy animada, pero ahora mismo (dos menos cuarto de la mañana) muy, muy cansada… la peque con otitis ha complicado el día bastante.
Abrí el libro
con miedo
de ver las costuras,
de notar las mentiras. Pero no.
Sapir-Whorf y Granada son dos conceptos que giran en este momento por mi cabeza, a tanta velocidad como para ponerme a escribir. Mi abuela es una de las razones de que, aunque hayan girado otras cosas, no haya escrito nada este verano. Imaginad por un momento a las personas que se sientan a vuestra mesa
Comentarios