Bueno, ahora, a las cosas serias: el caso de Donny Reyes, el manifiesto de esta tarde en Cartagena y la manifestación del sábado en Madrid.
Hoy empieza la campaña de recogida de firmas digital (lo que en Amnistía Internacional llamamos una ciberacción) para que cese en Honduras la persecución homófoba a activistas de los derechos humanos. En concreto, se trata de Donny Reyes (en la foto) tesorero de la Asociación Arcoiris, organización hondureña de defensa de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, que según la información recabada por Amnistía
[…] Seis agentes de policía le dieron el alto cuando salía con una colega de las oficinas de la asociación en Tegucigalpa, capital de Honduras, y le pidieron sus documentos de identidad. Aunque los mostró, los agentes le ordenaron que subiera al vehículo policial y, según los informes, lo golpearon y lo obligaron a subir. A continuación lo llevaron a la comisaría de Comayagüela y allí el agente que lo metió en la celda anunció a los demás detenidos: «Miren, aquí les traigo a una princesita, ya saben lo que tienen que hacer». Donny Reyes contó a Amnistía Internacional que los otros detenidos entendieron estas palabras como una señal para golpearlo y violarlo repetidas veces.
Dony Reyes quedó en libertad al cabo de seis horas y media, cuando accedió a pagar 200 lempiras. Hasta la fecha, no ha habido avances en las investigaciones del caso; y la policía parece haber intentado intimidarle tanto a él como a la Asociación Arcoiris.
Es increíble que este tipo de cosas sucedan y queden impunes. En esta página podéis escribir al Ministro de Seguridad de Honduras para pedir que:
Al parecer, «las organizaciones LGBT de Honduras han denunciado que unas 200 personas LGBT fueron asesinadas en Honduras entre 1991 y 2003. Pocos de estos homicidios se han registrado oficialmente como
crímenes de odio y aún son menos los que han sido investigados o aquellos cuyos responsables han comparecido ante la justicia».
Hoy martes 1 de julio, a las 21:00h, tendrá lugar una lectura de manifiesto en la plaza del Ayuntamiento de Cartagena. Lo hará el Colectivo Galactyco (GAys, Lesbianas, transexuales y bisexuales Activistas de CarTagena Y COmarca). A mí como nombre me gusta más CartaGAYnova, como el blog. Es más descriptivo y no suena tanto a peña gay del Madrid (que las hay, según me cuentan los futboleros). Además, con CartaGAYnova ya tienes lema: ¡juguetes para compartir! Ya en serio, me alegro mucho de que exista. Esta tarde estaremos allí para apoyar ¡ánimo!
Es el lema, junto con «Basta de persecución» con el que la Sección Española de Amnistía Internacional se sumará el sábado 5 de julio a la movilización en Madrid en conmemoración del Día del Orgullo Gay y Lésbico, a favor de los derechos humanos y libertades de las personas homosexuales, bisexuales y transgénero. Allí estará encabezando la manifestación (este año, recordemos, sobre la Visibilidad Lésbica) la miembra máxima del Ministerio de Igualdad, Bibiana Aído.
Te aplaudo, Bibiana. Esta foto en Zero es de aplaudir. Sólo una cosa: son las personas las que son racistas, sexistas, u homófobas, no las palabras. Son las cosas que decimos, y cómo las decimos, las que causan daño a las personas. Todavía no he visto a ningún futbolista, ni a ninguna persona de la marea roja quejarse de todas esas «as». Así que mira bonita, miembra, serás tú. Yo prefiero ser persona.
Si quieres ser traductor jurado, me refiero. Oficialmente, intérprete jurado del Ministerio de Exteriores. El lunes pasado no, el anterior, salió en el BOE la convocatoria para este año de las pruebas del Ministerio para aquellas personas que quieran serlo y reúnan los requisitos exigidos, a saber, que [Sean] mayores de edad. [Posean] el título
Lucía mirando el río Alhárabe, en Moratalla Ezequiel también mira el río A veces suena la flauta y consigo hacer buenas fotos. Fotos que enseñan lo que yo veo. A veces resulta que tengo la magnífica cámara de mi hermana en las manos (una Canon EOS 400D digital) y entonces claro, no salen igual que
2010 ha traído más de lo que me habría atrevido a soñar a estas alturas del año pasado: una nueva socia, un hijo, perder peso, unos meses de descanso de la dirección de la empresa, echar a rodar Júramelo (que antes no tenía nombre), cambiarme al Mac, hacer deporte, aprender a hacer sushi, estudiar música, escribir casi media novela, escribir con regularidad en el blog, volver a leer por placer en grandes cantidades.
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