Gracias a Multimaníaco, otra fuente de pozos de tiempo ha entrado en mi vida: Jaiku.
Que sí, que todo me lo busco yo solita. Pero ¡es tan bonito! ¡todo tan centralizado! Y ahora que tenía un del.icio.us… (¿Hay alguna petición online para que le quiten los puntos? Qué pesadez de nombre).
Ahora en serio, la verdad es que estéticamente le da mil vueltas a twitter, y estaba buscando una manera de no tener que escribir gran cosa cuando pasa algo pequeño. O cuando pasa algo grande, pero no tengo tiempo de explicarlo. Una cosa buena que tiene Jaiku, además, es que puedes ver todos los RSS de alguien (todos los que ponga y quiera, claro).
Mientras tenga una conexión con la libertad, no pertenezco del todo a la prisión. Porque parte de mí vive allí, y sólo una parte de mí sigue encarcelada aquí. (Igor Sutyagin en el vídeo Las palabras cambian vidas, que podéis ver un poco más abajo) Como dije a principio de noviembre, me he kicked myself
¿Se puede tener más paciencia? ¿Cuánta? ¿Para qué? Hubo una época en la que sentía una presencia en el universo, y le hablaba. Le decía: dame paciencia. Porque no tengo. Solo mucho más tarde escuché el famoso chiste: Señor, dame paciencia… dame paciencia, porque si me das fuerza ¡lo mato!
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