Estoy muy triste por la muerte de Steve Jobs. Mierda de cáncer. Lloro acordándome de mi abuela Mariana Casanova, y lloro pensando en las personas queridas que siguen luchando. Ya he hablado antes de algunas de las cosas en las que me ha inspirado Steve Jobs: en Que no te atrape el dogma y en
Hay 10 errores que pueden hacer que no consigas financiación, o peor, que pierdas dinero (que además tienes que devolver).
Mi chico me manda esta cita de un reportaje de El País Semanal sobre deportes minoritarios: En las últimas páginas de su libro Correr o morir (Now Books), el imbatible sky runner Kilian Jornet esboza una justificación a su búsqueda quimérica, extenuante e irreversible. «Quizá corro porque necesito sentirme creador; necesito saber lo que hay
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