El precio de ser una oveja es el ABURRIMIENTO. El precio de ser un lobo es la SOLEDAD. Elige uno un otro con mucho cuidado. (Hugh Macleod, sale en el libro que recomendé en días anteriores, Ignore Everybody) He ahí un consejo que meditar también con cuidado: ¿hay otras opciones? (¿por favor?) Hace un tiempo
Veamos hoy otra pregunta frecuente: ¡Vaya! !Tienes una empresa y una hija! ¿cómo te las apañas? Como todo emprendedor que se precie, yo siempre respondo: pues muy bien. Y sonrío. Claro que sí. Por ejemplo: este fin de semana he estado en Barcelona viendo a unos amigos y a un cliente. Todo ha ido muy
Comentarios