Empecemos por dejar las cosas claras. Hay unos señores a los que les encargamos que hicieran un trabajo, y no solo no están entregando los resultados requeridos, sino que no están haciendo las tareas que presentaron en el proyecto inicial. Eso está mal, y hay que decirles que se vayan a su casa, que vamos a contratar a unas personas diferentes para este encargo. El problema es que se han hecho fuertes en el edificio y los trabajadores de seguridad están a sus órdenes.
El problema es que, sorpresa, esos señores están en el Gobierno, y no se quieren ir.
Responden argumentos con porrazos. Ya se veía venir cuando en Nochevieja compraron un millón y medio de euros en gas lacrimógeno y botes de humo (BOE).
¿Cómo hacer que un Gobierno te escuche? Si yo tuviera la clave, no estaría dedicándome al tema de las traducciones juradas por internet. Pero a lo que íbamos.
Hasta ahora me había tomado mi puesto como de servicios mínimos (¿no somos tan imprescindibles los traductores?). La jefa siempre es servicios mínimos, o eso me enseñaron mis padres. Es lo que permite a los demás irse y que no se hunda el barco. Pero ha llegado un momento en el que siento que tengo que tomar cartas en el asunto, o al menos dar ejemplo, o algo. Como persona no puedo dejar que pase como un día más.
Yo defiendo las protestas pacíficas, y estas medidas que yo voy a tomar, aparte de escribir esto puesto que aún puedo, lo son:
Si no fuera por este último punto, podría ser uno de los días más productivos de mi carrera XD
PD: He descubierto que hay una web de empresarioscontralosrecortes.com y un facebook.
¿Y vosotros, qué plan tenéis para mañana, 14 de noviembre?
El precio de ser una oveja es el ABURRIMIENTO. El precio de ser un lobo es la SOLEDAD. Elige uno un otro con mucho cuidado. (Hugh Macleod, sale en el libro que recomendé en días anteriores, Ignore Everybody) He ahí un consejo que meditar también con cuidado: ¿hay otras opciones? (¿por favor?) Hace un tiempo
Es muy fácil elegir un personaje, y cuando no funciona, echarle la culpa al personaje, o cambiarlo, en vez de mirar hacia dentro y ver qué problema tenemos en realidad. Hay un cuento que oí en alguna parte y no he vuelto a encontrar. *Si sabes de quién es, déjame un enlace en un comentario.
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