Yo siempre intento arreglarlo. Pero a veces la gente no quiere que arregles nada, quiere que escuches y punto.
En ese momento, para mí, se convierte en una experiencia masoquista: intentando disfrutar de la compañía y a la vez aguantar el dolor de ver cómo alguien se la pega, sin intervenir, sin hacer ni decir «nada».
«Nada», excepto escuchar y decir: «uf, eso suena muy duro».
—Uf, eso suena muy duro.
— * —
Actualización: Me pasa Sabela en los comentarios este otro vídeo, muy ilustrativo, sobre la diferencia entre empatía y pena (ojo al falso amigo sympathy/simpatía):
—… de acuerdo, así quedamos. ¡Hasta luego! —cuelgo una llamada y ya hay otra esperando, lleva un rato pitándome el oído. Debe ser el mensajero de antes, que quiere que baje. —Hola, ¿cuánto tardas en bajar para recoger el paquete, como hemos dicho antes? —¡Estoy ya abajo! —Caramba, ¡qué rápida! Eres más rápida que Supermán. Bueno,
Pobreza en cualquier parte es pobreza en todas partes.* ¿Por qué? ¿Por qué son los problemas de otros mis problemas? ¿Estamos juntos en esto? ¿Cómo podemos estar juntos en esto si no sé quiénes son, por qué estamos aquí? No puedo sentirles como siento mi cuerpo. ¿Saben mis uñas de los pies sobre mi pelo?
Poverty anywhere is poverty everywhere.* Why is that? Why are other people’s problems my problems? Are we all together in this? How can we be together in this if I don’t know who they are, why are we here? If I can’t feel them as I can feel my body. Do my toenails know about
Comentarios