La última vez que empezaron a dolerme los lados del cuello publiqué este dibujo. Dije que me sentía:
Cómo me siento: la cabeza llena de algodón. De azúcar. Derritiéndose. En llamas.
Esta vez iré al médico mucho antes (tengo cita para mañana a las 11). Mientras, ibuprofeno y demás, mon amour.
* 1. Dibujo digital hecho con la aplicación Paper by 53.
* 2. El autocorrector, troleándome.
Poverty anywhere is poverty everywhere.* Why is that? Why are other people’s problems my problems? Are we all together in this? How can we be together in this if I don’t know who they are, why are we here? If I can’t feel them as I can feel my body. Do my toenails know about
A veces, una dedicatoria se te va de las manos. Humor absurdo para el amor de mi vida.
¿Se puede tener más paciencia? ¿Cuánta? ¿Para qué? Hubo una época en la que sentía una presencia en el universo, y le hablaba. Le decía: dame paciencia. Porque no tengo. Solo mucho más tarde escuché el famoso chiste: Señor, dame paciencia… dame paciencia, porque si me das fuerza ¡lo mato!
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