-La palabra que estás buscando es guardián espacial.
-La palabra que estoy buscando no la voy a decir porque hay juguetes preescolares delante.
Muchos traductores escribimos blogs profesionales, pero ¿qué escribimos en el blog? ¿Hasta qué punto nos pringamos con lo que pensamos? ¿Decimos la palabra que estamos buscando, o ponemos una versión para juguetes preescolares?
Llevo años dándole vueltas a todo esto. El otro día me colé en un máster, en una clase de dirección de proyectos digitales (gracias al conferenciante y al organizador por colarme; por cierto ¿puedo decir cuál era?) y esa fue una de mis preguntas:
En resumen: que hay que currárselo.
Pues nos citaron este artículo de Smashing Magazine, sobre la cruda realidad de los blogs de empresa. Creo que se aplica a los traductores y aguanta bien el paso del tiempo. Lo mismo vale para Twitter, cuentas de Facebook oficiales y demás.
Os lo resumo:
—[Doscifras] años llevamos ya. —¡Vaya! Eso son muchos años. ¿Qué se siente al ser pareja de alguien durante tanto tiempo? —Es difícil responder a eso… Mi mente barrunta. Hay cosas tan buenas que no las puedo contar y cosas tan malas que no las puedo contar. Otras son demasiado largas como para que al final quede
En una casa con dos niños y dos adultos, el cesto de la ropa vacío es un postulado teórico, como el infinito o el cero Kelvin: necesario, pero inalcanzable.
Mi blog ha pasado la primera criba y está en el top 100 de la categoría de blogs de profesionales de los idiomas. Queda una segunda fase en la que el 50% son los votos de los lectores, así que si alguna vez habéis querido animarme, votad por mi blog.
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