El placer intrínseco de crear belleza

Mi chico me manda esta cita de un reportaje de El País Semanal sobre deportes minoritarios:

En las últimas páginas de su libro Correr o morir (Now Books), el imbatible sky runner Kilian Jornet esboza una justificación a su búsqueda quimérica, extenuante e irreversible. «Quizá corro porque necesito sentirme creador; necesito saber lo que hay dentro de mí y plasmarlo en algún lugar exterior. Podemos explorar nuestro interior y saber de lo que somos capaces, pero necesitamos exteriorizarlo y verlo separado de nuestros cuerpos para contemplarlo como espectadores, poder valorarlo y detectar sus defectos para hacerlo mejor la próxima vez. Es el placer intrínseco de crear belleza y de ver que genera una fuerza de atracción a los espectadores».

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Comentarios

juan alberto lópez navarro
22 enero, 2012

Estimada Bego. (domingo 22-ene.-2012-10:48a.m)
Alguna vez fui profesor de Artes en Secundarias y me gustó, todavía me atraen las Bellas Artes, por éso me llamó la atención los pensamientos de Kilian Jornet. Tal vez una de las justificaciones por las que me atraen los negocios es como dijo Kilian «quizás porque necesito sentirme creador, necesito saber lo que hay dentro de mi y plasmarlo en algún lugar exterior»
Estimada Bego, no sé que tal estés en cuanto a lo relacionado a la espiritualidad, te diré que que en mi caso fui, digamos un «feroz ateo», que fundamentaba el universo en la ciencia, me gustan muchísimo las revistas de divulgación científica, me gusta saber un poco de todo, pero como estamos viviendo una era de explosión de la información, me duele tener que prescindir de mis queridas revistas científicas y especializarme en negocios, y aún así el mundo de la teoría empresarial es vasto (recuerda que dijo Josh Kaufman que nos están esperando más de un millón de libros en la Biblioteca del Congreso de E.U, aparte de los miles de libros/revistas que se publican cada año), en fin, ya me desvié del tema. Acerca de la espiritualidad, te diré que uno de mis comentarios favoritos (cuando era ateo) era de que si Dios me quisiera demostrar que existía, sería tan fácil como de que me mandara un rayo (y que me permitiera como en los dibujos animados, sobrevivir a la descarga y estar como en la caricatura, tu sabes, una mancha negra con los pelos parados y carbonizados, donde sólo se vean los ojillos sorprendidos y el globo de !ouch!), y que yo dijera, !eh, Tío (como dicen en España) éso fue una coincidencia!, y me mandara otro rayo, yo diría, !eh Tío, creo ya fue suficiente!. Bien… creo volví a divagar.
Luego te explico, (si quieres), como fue que me mandaron, alguien ó algo digamos que… dos rayos. Estimada Bego, como éste tu blog es publico y cualquiera lo puede leer, habrá gente que se ría y no me tome en serio, pero para mí es cosa seria, a veces siento un impulso interior que me hace buscar libros empresariales, y la mayoría de las veces creo encontrar cosas interesantes, pero creo lo que hago (investigación de teoría empresarial) es por algún motivo, siento que le debo dar un uso correcto, que más personas conozcan mis descubrimientos, creo mi experiencia fue parecida a la de San Pablo (creo fue él). En fin, creo de tanto leer me estoy volviendo loquito, !como el gran y glorioso HIdalgo don Quijote de la Mancha!
Como sabes, puedes tener un maestro sin que lo tengas presencialmente, Cristo, Mahoma, Buda, el Dalai Lama, el gran Carl Marx, Steve Jobs, Jack Welch, etc. dos de mis maestros favoritos (que me dolió muchísimo su desaparición) son Carl Sagan y Arthur Clarke, ellos conformaron en gran parte mi forma de pensar. Clarke siempre fue un optimista del futuro, Sagan también fue (como yo) un «feroz científico ateo», pero casi al final de su vida escribió una novela (la única) que se llama CONTACTO, si no la conoces, te la recomiendo, es una forma muy interesante de unir ciencia y religión.

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