Aun así, mi mesilla ya contenía lo siguiente, mezcla de leídos y por leer:
Tengo empezados los de Dawkins (cortesía de Mr Carbonara), Crystal (desde hace milenios) y Twain (edición bilingüe sacada ¡oh sí! de la Biblioteca Regional). Ya os cuento de Palahniuk, Pratchett y Follett.
Como dije en twitter, voy a escribir un artículo para La Linterna del Traductor, sobre subtitulación y VisualSubSync. Me he traído bibliografía de la oficina: Teoría y práctica de la subtitulación Inglés-Español de Jorge Díaz Cintas, y Subtitling, de Jan Ivarson y Mary Carroll (que tecnológicamente está pasadísimo, pero todavía contiene cosas interesantes).
Como no me regaléis crack, o una suscripción al WoW o algo, esto no tiene pinta de parar. Me encanta mi vida.
Los cambios vitales tristemente no son momentos llenos de música dramática de fondo y efectos de luz, sino pequeñas acciones aparentemente intrascendentes, que se convierten en manías, costumbres, y finalmente en tu nueva vida, no 2.0, sino 1.000001 (beta). Son cosas pequeñas que van acumulando valor, como una huchita. Y los pequeños cambios vitales que
Aprovechando que Lucía duerme y P está jugando al Texas Hold’em con los matemáticos, cierro el Factusol, el correo y todo un ratito y os cuento algunas cosas… estoy muerta, así que este artículo tiene dos resultados garantizados (Simpsons: ¡Nosegarantizanresultados!): desconexión de la temática interna y probablemente (argh) alguna erratilla. Vayamos por partes. El jueves
¿Qué decidiría al final Mary Jane? ¿Responsabilidad, cambios y pasta en Madrid? ¿O aventura, y retos diferentes en Cuba, para luego volver a casa (o no)? Aquí tenéis la respuesta: Mary Jane 22 julio 2009 a las 5:25 pm En primer lugar, gracias a todos los que habéis hecho comentarios en este blog y por
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