A este ritmo voy a cambiarle el nombre al blog.
Hoy, de nuevo, Pablo Mira (co-protagonista del blog y de mi vida) es noticia o al menos aparece en una noticia.
Esta vez en El País, con un artículo precioso sobre los matemáticos como (¡caramba!) seres humanos. Me ha encantado y lo recomiendo, no sólo por las razones obvias.
Y listo para disfrutar, en la aplicación de lectura de PDFs de Google:
Cómo me he enterado: esta mañana a las 5:59 mi madre me ha enviado la noticia de El País por e-mail. Nada raro: ella debía llevar levantada a esa hora unos… 59 minutos. Esa habilidad no la he heredado, me temo.
Y estoy animada porque he vuelto a currar, y es que tengo una especie de… podríamos llamarlo… adicción al proyecto de Matiz. Y los muy interesantes subproyectos que están por llegar. Aún no estoy al 100%, pero ya contaré más detalles cuando acabe de sacarle rendimiento a mi flamante Dragon Naturally Speaking. Mientras, deseadme suerte:
Decíamos ayer, que nosotras no comprendíamos qué fascinaba tanto a Roberto Sáinz la casa en la que creció, hasta que la vimos. Le habían puesto el nombre del gran héroe nacional: Rubén Darío, el padre del modernismo (este poema, Divagación, gustará a los traductores del público). Para el resto: Lo fatal Dichoso el árbol, que
Como ya dije por ahí, esta primavera fuimos a Río de Janeiro. En concreto nos quedamos en Ipanema, en un apartamento fantástico, con vistas al Cristo del Corcovado en obras cubierto con andamios, así es la vida 🙂 aunque aún sin grafitti y sin que prohibieran la entrada, como sucedió poco más tarde. Llovió e
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