¿De qué iba la segunda sesión presencial del curso? Pues iba sobre motivación, creatividad, gestión del tiempo y del estrés laboral. Está claro que a cada una de esas cosas podrías dedicarle tardes enteras (bueno, y tiene su parte a distancia, con muchísimo contenido), pero estoy contenta con lo concentrado que está. ¿Con qué me quedo de esta visita? Con la relación entre la madurez y las quejas.
Me ha gustado el siguiente ejercicio. Toma (aunque sea mentalmente) un lápiz y rellena los huecos con cómo acabarías tú la frase, con cuatro ejemplos de cada:
Tengo que…
Necesito…
No puedo…
¿Fácil, verdad?
Ahora coges la misma lista, y tachas el principio, rellenando con la que te pongo aquí:
Tengo que… Elijo
Necesito… Quiero
No puedo… No quiero
Ahora vuelves a leer tus frases, y si no te encajan, las tachas o las cambias de categoría.
La madurez es estar en la columna del elijo, quiero, y no quiero. Pero una vez estoy en esa columna, dejo de quejarme. Una persona madura no se queja, total ¿para qué? O está en tu poder, o no lo está. O eliges resolverlo, o eliges no resolverlo.
Os pongo (algunas de) las cosas que me han salido a mí:
Otra actividad interesante es hacer una lista de tus temas pendientes, ponerles una fecha, y luego pasarlos a la agenda. De repente ¡puf! hale, ya está. Ya tienes un plan. Nos dijo que no puedes lleva los temas pendientes en la cabeza, porque pesan mucho, y no te dejan pensar.
También nos comentó la importancia de atender las necesidades básicas, con esta historia que es para mearse de risa (jur jur):
—Una amiga mía se meó encima hablando con el que le gustaba, con tal de no dejarlo un rato, ir, mear, y volver. ¡Mira! menos mal que llevaba pantalón negro, era su época sí más jincha, y no se notó. Luego se liaron.
—¿Pero, el mismo día?
—No, no, fue a ducharse primero.
Da risa pensar en la escena, pero pasa muchas veces en la empresa, no mearte, sino no hacer lo que tienes que hacer (comer, dormir, mejorar los procesos, irte de vacaciones) porque estás hablando con quien quieres hablar, y no lo quieres dejar un momento, y luego volver.
—¡Acha, pá’ una vez que le veo! me decía mi amiga.
Os dejo con cosas que ya tienen fecha en mi agenda, así que si queréis echarme una mano o participar, aquí estoy:
Todo eso ya está encaminado. ¡Qué alivio!
¿Y vosotros, qué queréis tener en la lista de temas resueltos?
Para mí el 8 de marzo es desde tiempo inmemorial el día del cumple de mi mejor amiga del colegio. Con el tiempo fue cobrando relevancia lo del día de la mujer, y son dos fechas que me recuerdan la una a la otra. Cada año que pasa lo veo de una manera distinta, quizá
Seré breve, porque tengo delante a Mary Jane. Sirva para decir que Mary Jane no soy yo, ni es María, es otra persona, pero este no es su nombre real, por si lo habíais dudado. Estamos al fresco en un FresCo, y tiene el siguiente dilema: Chica de 34 años, sin ataduras familiares, con hipoteca
No es novedad que los de Bankia deberían hacérselo mirar. https://twitter.com/minibego/status/284614928357269507 https://twitter.com/minibego/status/323740018654969856 https://twitter.com/minibego/status/463981918221242368
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