Esta mañana he llegado al trabajo y María me ha puesto al día de la última subvención. Me leía los criterios de baremación de una convocatoria de subvenciones, en concreto la del programa del Instituto de la Mujer que han dado en llamar «Emprender en femenino» (nombre con el que no me meteré aún). Si os interesa la subvención en sí, está en la página 23758 del BOE (Lunes 19 de mayo de 2008, BOE núm. 121). A lo que iba: estaba María leyendo los criterios, e íbamos haciendo la suma mentalmente (con pocas esperanzas):
—Pertenencia a alguno de los siguientes sectores: industria, no; construcción, no; tecnologías de la información y la comunicación…
—Bueh, quizá.
—… sector tecnológico (I+D), desarrollo sostenible… la conciliación de la vida laboral y familiar…
—Podría ser.
—… pero como servicios a personas dependientes…
—Ah, pues no.
—… medidas o planes de igualdad entre mujeres y hombres; el fomento del desarrollo local; la memoria del proyecto (pero sólo hasta 1 punto) y la pertenencia a alguno de los colectivos preferentes siguientes, a saber…
—¿Lo de siempre?
—Víctimas de violencia de género, discapacitadas, inmigrantes, familias mono… monomaren… ¡monotrema! ¿ornitorrinco?
[en este momento pone cara de haber salido de Matrix para encontrarse, de repente, con que el mundo real es en realidad ese prado surrealista de los Teletubbies, y que un ornitorrinco la mira, en plan animal del poder, y le dice «¡deslízate!»]
—¡No, no, pone mo-no-ma-ren-tal! ¡Monomarental! ¡No monoparental! Tiene cojones. Están dando subvenciones a mujeres, y tienen que especificar que es mono-marental, no mono-parental.
—Claro María, es que son monomarentales. Ya sabes, porque madre… no hay más que una.
Lo que hay que leer. ¿Qué será lo siguiente, los parientes y las marientes? Y además por ley, en el BOE. Si es que ya lo dijo Don Arturo, bueno, y Cicerón:
Muchos traductores escribimos blogs profesionales, pero ¿qué escribimos en el blog? ¿Hasta qué punto nos pringamos con lo que pensamos? ¿Decimos la palabra que estamos buscando, o ponemos una versión para juguetes preescolares?
¿Qué decidiría al final Mary Jane? ¿Responsabilidad, cambios y pasta en Madrid? ¿O aventura, y retos diferentes en Cuba, para luego volver a casa (o no)? Aquí tenéis la respuesta: Mary Jane 22 julio 2009 a las 5:25 pm En primer lugar, gracias a todos los que habéis hecho comentarios en este blog y por
¿Por qué seguir? (O por qué parar). En los últimos años he descubierto que es la pregunta del millón. ¿Qué es lo que te lleva a hacer lo que haces? No por qué lo empezaste: por qué lo sigues haciendo. No por qué lo convertiste en una rutina: por qué no la interrumpes. ¿Por qué
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