Este domingo es Pentecostés, le comentaba hace un rato a mi compañera María.
—¿Y por qué es eso relevante? —me contestaba ella.
—Porque en cualquier momento puede abrirse una ventana, y a través de ella pueden entrar grandes lenguas de fuego, posarse sobre nuestras cabezas, y darnos la capacidad de hablar todas las lenguas del mundo.
—Deberías escribir sobre eso.
—Sí, y podría decir: «y mientras esperáis este feliz momento, en Matiz proporcionamos un servicio muy parecido».
Fuera de bromas, el fenómeno bíblico que forma parte de Pentecostés se llama xenoglosia. Aunque un fenómeno parecido (sin las lenguas de fuego, claro) está documentado en tiempos actuales, aún no se ha probado científicamente que el idioma en el que parece que hablan lo sea en realidad. Esto se suele deber a que en ese momento no hay presente un hablante nativo del supuesto idioma:
—Sí, sí, y se puso a hablar en en bengalí coloquial.
—No, era más bien afrikaans culto.
—Estoy parcialmente de acuerdo contigo, pero yo diría que era más bien neerlandés.
A menudo me encuentro con personas que parecen creer esta hermosa historia. Sin embargo, no comprenden lo milagroso del asunto: en su mente, todos los idiomas se aprenden instantáneamente y sin esfuerzo, se diría que también gracias al Espíritu Santo. Por desgracia, salvo intervención divina directa, no es así, y normalmente es necesaria una inversión en esfuerzo y tiempo que puede durar entre cinco y diez años por idioma. Esto por supuesto varía dependiendo de varios factores por nombrar algunos:
[Más fotos chulas de fuego, como la de arriba de Darbchapster, pero de otros autores]
22 preguntas y 22 respuestas honestas, como por ejemplo, que odio a los gatos. Hala, está dicho.
Nos han premiado en el XVIII Concurso de Proyectos Empresariales con nuestro proyecto aún en desarrollo «Júramelo». Ya está saliendo en bastantes medios. En breve os cuento por aquí cómo va Júramelo, puesto que es bastante más que «una agencia de traducción a través de Internet para abaratar costes» como dice la nota del Ayuntamiento.
Para mí el 8 de marzo es desde tiempo inmemorial el día del cumple de mi mejor amiga del colegio. Con el tiempo fue cobrando relevancia lo del día de la mujer, y son dos fechas que me recuerdan la una a la otra. Cada año que pasa lo veo de una manera distinta, quizá
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