-La palabra que estás buscando es guardián espacial.
-La palabra que estoy buscando no la voy a decir porque hay juguetes preescolares delante.
Muchos traductores escribimos blogs profesionales, pero ¿qué escribimos en el blog? ¿Hasta qué punto nos pringamos con lo que pensamos? ¿Decimos la palabra que estamos buscando, o ponemos una versión para juguetes preescolares?
Llevo años dándole vueltas a todo esto. El otro día me colé en un máster, en una clase de dirección de proyectos digitales (gracias al conferenciante y al organizador por colarme; por cierto ¿puedo decir cuál era?) y esa fue una de mis preguntas:
En resumen: que hay que currárselo.
Pues nos citaron este artículo de Smashing Magazine, sobre la cruda realidad de los blogs de empresa. Creo que se aplica a los traductores y aguanta bien el paso del tiempo. Lo mismo vale para Twitter, cuentas de Facebook oficiales y demás.
Os lo resumo:
Hace unos meses me escribió un chico muy majo que aún no conocía de nada llamado Fran Mondaca para hablarme de Linguee, que tiene como lema «la web es un diccionario». Un diccionario web que es en realidad una base de datos de 100 millones de frases traducidas de un idioma a otro. Hablando para
Como ya dije por ahí, esta primavera fuimos a Río de Janeiro. En concreto nos quedamos en Ipanema, en un apartamento fantástico, con vistas al Cristo del Corcovado en obras cubierto con andamios, así es la vida 🙂 aunque aún sin grafitti y sin que prohibieran la entrada, como sucedió poco más tarde. Llovió e
Mi blog ha pasado la primera criba y está en el top 100 de la categoría de blogs de profesionales de los idiomas. Queda una segunda fase en la que el 50% son los votos de los lectores, así que si alguna vez habéis querido animarme, votad por mi blog.
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