El día de mi boda, hace ya nueve años, mi familia me preguntaba con mucho interés quién era esa señora de pelo corto y blanco sentada a mi mesa, al lado de mis padres. La respuesta es simple, pero no corta.
Al principio no había tiempo ni espacio, pero a lo mejor durante un momentito, todo, todo lo que hay estaba en un sitio muy pequeño, como un dado del parchís.
Hoy era un día normal, hasta que publicaron la noticia. Se sabe desde hace bastante y ya se han hecho eco de ella en otros blogs, explicándolo bien, como en el de Manuel de León, Matemáticas y sus fronteras (30/08/2009). En Hyderabad 2010, en el Congreso Mundial de Matemáticos, habrá no cero, no uno, sino
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